La industria manufacturera de la Argentina en general está afectada por la grave recesión económica que afronta el país, fundamentalmente en los últimos seis meses, con fuertes caídas en las ventas, lo que repercute en el nivel de ocupación de la capacidad instalada. Y la industria metalúrgica es precisamente una de las más complicadas, por dos vías: la caída del poder adquisitivo de la población provocó un derrumbe de la demanda del mercado interno, y al mismo tiempo el incremento de los costos en dólares le quitó competitividad en la disputa por los mercados externos. El panorama es todavía más complejo cuando se analiza que la política económica del gobierno nacional alienta la apertura de importaciones, incluso las que llegan desde países con políticas agresivas de conquista de mercados externos.
El viernes pasado, organizada por la Comisión de Industrias del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región, industriales locales mantuvieron un conversatorio con Guillermo Beccani, secretario de desarrollo industrial, Mauricio basso, secretario de infraestructura productiva y autoridades nacionales, concretamente la subsecretaria de Industrias Daniela Ramos, y el secretario de Pymes, Marcos Ayerra. A ellos se les plantearon las inquietudes que preocupan al sector industrial de Rafaela y la región.
Al cabo de ese encuentro, Graciela Acastello, presidenta de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Rafaela, admitió que el contexto que atraviesan no es el mejor. En diálogo con RAFAELA NOTICIAS, enfatizó que éste “es un punto bisagra en todo lo que es economía y la situación general, es un cambio muy profundo el que se está haciendo. Sabemos que el recorte tenía que venir, lo anterior había dado resultados catastróficos para la economía y tenía que haber una restricción muy alta. Es lo que estamos sufriendo todos los niveles sociales, desde las empresas, los empresarios, los empleados, no hay excepción en esto”.
Más allá de ese planteo inicial, Acastello -que dirige la empresa ETMA, y es hija de Osvaldo Acastello, quien en vida fuera un “maestro de dirigentes” dentro de la central empresaria, llegando incluso a presidir la Asociación de la Industria Metalúrgica de la República Argentina (ADIMRA), la principal organización empresaria del sector metalúrgico a nivel nacional- concedió una cierta expectativa favorable. “Cuando uno cuando escucha a los funcionarios es como que siempre se enciende una luz de esperanza, porque los vemos orientados, remarcando que esto era lo único posible como para salir y que es lo que habían manifestado como la solución posible. Lo único que uno espera es que esta recesión que estamos viviendo los industriales no sea tan larga, que se empiece de a poco con alguna recuperación”.
En ese sentido, planteó que “pedimos bajar los costos, tenemos los insumos muy caros a nivel internacional, estamos a veces 50, 60% por encima en algunos insumos, como por ejemplo en aceros y productos metalúrgicos”.
Los industriales sufrieron en carne propia lo que le pasa a casi todos en la economía nacional: antes del nuevo gobierno, por las expectativas de devaluación, se cotizaban los insumos “a valor dólar”, pero no al dólar oficial, sino al “blue”. Cuando vino la devaluación, volvieron a aplicar aumentos como si nunca hubieran trabajado con la cotización del mercado marginal. Acastello mencionó incluso que algunos proveedores “estimaron que el dólar iba a llegar a 2 mil pesos, acomodaron sus precios a esos valores y el dólar quedó en 800, pero nunca retrocedieron”.
“Sabemos que el mercado interno está muy deprimido, pero la posibilidad de exportación sería una alternativa para salir de la recesión. Sin embargo con los costos que tenemos es muy difícil llegar a mercados internacionales”, agregó la presidenta de la CIM.
- ¿La energía eléctrica cómo les impacta?
-Depende de cada tipo de industria. Obviamente, la participación de la energía dentro del costo es lo que cambia de industria a industria, en general lo que se vio es una duplicación en los costos de la energía, que obviamente lo estamos sufriendo y con el agravante que uno escucha que tampoco hubo inversiones, por lo cual no solamente vamos a tener un servicio caro sino que quizás tengamos que sufrir restricciones, así que esos son temas que vamos a tener que ver cómo se resuelven.
- Graciela, dentro de la industria metalúrgica rafaelina hay muchos rubros diferentes. ¿Cómo está en general el sector, fundamentalmente en los niveles de empleo?
-Hasta el momento se está manteniendo el empleo. Casi todas las industrias, especialmente la metalúrgica que es lo que más conozco, están tratando de mantener a su personal simplemente porque lo han capacitado y para no perder esa inversión que se hizo en su momento. Pero si esto se prolonga, me parece que el empleo va a ser todo un tema. No creo que sea una cosa masiva, de despidos masivos, pero sí puede producirse ese goteo que se empieza a ver, las empresas comienzan a no contratar trabajadores como lo hacían antes y empieza a haber una disminución de la planta de empleados. Las esperanzas están puestas en que esto se recupere de a poco, que llegue la ansiada baja de impuestos, que disminuya la presión impositiva y que podamos ponernos más en competencia dentro del país y fuera del país, que es lo más importante.
