El analista económico, Contador Público Nacional Guillermo Briggiler, se refirió a las medidas económicas anunciadas por el flamante Ministro de Economía Luis Caputo en los últimos días. Asegurando que "de las 10 medidas anunciadas, por lo menos 6 afectan fuertemente las cuentas del Estado, es decir, el déficit fiscal. Mientras que las restantes van a impactar en la vida de los argentinos por el lado de los impuestos, como el cambio en el valor del dólar oficial que fue llevado al doble del que estaba y también el aumento de algunas retenciones".
El contador comparó la situación económica de la Argentina con la de un enfermo que viene desde hace años con una patología (con síntomas como la inflación), y que necesita una operación. Agregando que el país en este momento se encuentra en ese proceso, por lo que es necesario el "dolor" de la intervención quirúrgica. "A nadie le gusta el ajuste ni tener que pagar más", expresó Briggiler. Pero agregó que luego vendrá un tiempo de "rehabilitación" que es un "proceso que también va doler y que va a ser trabajoso". "Ojalá el proceso de rehabilitación sea pronto y podamos empezar un camino de inversión, de cremiento económico, de confianza en las instituciones", declaró. Para el especialista no hay plazos planteados para que empiece la "rehabilitación", sino que será "una vez que se hagan todas las reformas". "El momento es dificil y va a seguir siendo difícil, pero es el que la gente pidió. En la Plaza de los Dos Congresos cuando el Presidente habló (el día de la asunción) la gente gritaba algo impensado tiempo atrás: 'motosierra, policía'. Eso que se gritó es lo que vamos a ir viendo: recortes de gastos, ajustes y más orden en las calles", manifestó Briggiler.
Para el especialista, la reducción de ministerios es "una medida simbólica" ya que si bien hay un ahorro "no tiene peso en el presupuesto nacional". En tanto la quita de subsidios sobre los servicios públicos hará que los usuarios empiecen a pagar más caro las tarifas de gas, agua, luz y combustible. Algo que a su vez va a afectar a toda la cadena de distribución. "El ajuste es muy contractivo, por un lado hay una gran quita de subsidios y los bienes y servicios que consumimos van a subir de valor fuertemente, y por otro nos vamos a encontrar con que al desaparecer mucho del gasto público (como las obras públicas) habrá una plaza con poco dinero para gastar. Ante esta situación empresarios que tienen que pagar obligaciones y están viendo que el consumo no es suficiente, van a tener que ir a buscar los ahorros que tenían desde antes e ir a vender esos dólares al mercado. Con eso se ataca por dos lados la economía: por un lado se busca recuperar dólares y abastecer el mercado del dólar blue, y por otro secar la plaza y achicar el gasto público de manera de cuadrar las cuentas del Estado", señaló Briggiler.
Protección de los más desfavorecidos
El especialista consideró, por otra parte, "totalmente necesario" el aumento de la Asignación Universal por Hijo y de la Tarjeta Alimentar dado que ante los incrementos de precios "la razón de ser del Estado es la protección del más débil". "Si se produce un fuerte ajuste del gasto público, una fuerte suba de bienes y servicios, por supuesto que hay que proteger los que están más necesitados", explicó.
En cuanto al anuncio de la reducción de fondos discresionales hacia las provincias, Briggiler consideró que esta medida a Santa Fe la perjudica menos que a otras jurisdicciones. "Nuestra provincia produce y exporta mucho, y le da a la Nación mucho por Derecho de Exportación, y lo que recibía de esas transferencias discrecionales no era tan significativo como otras provincias del norte", señaló. Manifestando que lo ideal sería "mejorar la ley de coparticipación" para que Santa Fe tenga los fondos que corresponden.
Mayor cantidad de productos importados
También se refirió al "sistema espantoso" de permisos que existía para la exportación. "Un funcionario estaba permitiendo importar a un valor mucho menor que el del mercado y sin explicar por qué, lo que se prestaba a sospechas de corrupción. Porque le dejaba importar -a uno sí y a otro no-, más barato a un dólar de 350 pesos, cuando el dólar estaba a 1000 pesos", explicó Briggiler. Esta situación llevó a que haya faltantes de productos e insumos. "Ahora - con estos nuevos anuncios- se libera la importación a partir del 1 de enero y cualquiera que tenga los dólares puede hacerlo, ya no es necesario que el Banco Central aporte esos dólares faltantes. El valor del dólar será a 950 pesos, más de mercado. Esto va a hacer que nos encontremos con muchos productos importados en los comercios, generando que los precios locales se mantengan y que haya productos más bajos. Porque si bien antes se importaba a 350 pesos, como se importaba poco eran muy caros los productos que había, ya que eran escasos. Ahora, esos productos importados van a competir con los de origen nacional, por lo que los productores locales van a tener que buscar un producto de calidad y acorde a los precios para competir con los importados", agregó Briggiler.
