Por Julio Armando
En la primera reunión paritaria docente el Ministro de Educación de Santa Fe, José Goity, decidió poner sobre la mesa, y además hacerlo público, el tema del ausentimo docente. El funcionario enfatizó que un 25 por ciento de la masa salarial docente va destinada a pagar suplencias por la no asistencia a trabajar de los titulares de los cargos. Señalando que esto va en detrimento de las finanzas de la provincia, pero también afecta la continuidad pedagógica y aprendizajes de los alumnos, que en un año pueden cambiar varias veces de docente. Este planteo no fue casual, sino que el gobierno empezó a preparar el terreno para lo que podría ser una propuesta que se plasme en las próximas semanas en paritarias y que los nuevos funcionarios ven como favorable: el pago de un plus salarial a los docentes que no falten o que tengan pocas inasistencias. Ya el propio Ministro de Educación mostró su simpatía por esta idea al difundir declaraciones suyas en las redes sociales (que replicaron diferentes funcionarios) en donde Goity dice que "el Estado le tiene que reconocer de alguna manera al docente que no se tomó (licencia) los días que le correspondía, no porque no los necesita, sino porque tiene un compromiso fuerte con sus alumnos". Y agregó: "Hay docentes que hacen un esfuerzo extra y nosotros queremos reconocérselo". Una medida similar a la que viene ideando el gobierno santafesino ya funciona en Mendoza, donde los docentes que no tienen más de tres faltas por mes -y que no llegan a las 10 anuales- cobran un 10% adicional al sueldo. Los que exceden ese límite, no lo perciben, salvo en circunstancias excepcionales que no lo invalidan, tales como hacer uso de licencia por vacaciones, accidente de trabajo, maternidad, docentes con enfermedad terminal o violencia de género. Si bien en Santa Fe la medida no fue planteada abiertamente, todo pareciera ir en ese sentido y la reacción gremial no se hará esperar si esto sucede. Es que para AMSAFE esto no es más que un "presentismo" encubierto. Algo que se había establecido en la década del 90 cuando Reutemann era gobernador y que luego por pedido de los gremios terminó siendo derogado. Lo que alegan los dirigentes sindicales es que el presentimo va en contra del derecho de los trabajadores al cuidado de la salud, dado que para no perder ese plus los docentes irían a trabajar enfermos, como sucedía años atrás. Para los sindicatos docentes se trata de una medida coercitiva e incluso un intento de disciplinamiento anti sindical hacia los docentes, debido que entre las inasistencias por las cuales se perderá el plus salarial, podrían estar también las que tengan que ver con paros docentes.
¿Por qué faltan los docentes?
La pregunta anterior pareciera ser la clave para empezar a desentrañar el tema y sobre la cual ambas partes - gobierno y sindicato- deberán trabajar. ¿Cuánto de ese 25 % de masa salarial extra que el ejecutivo provincial dice pagar en suplencias está destinado a solventar una estructura deficiente que contiene abusos, y cuánto es una inversión necesaria para que el sistema educativo funcione, sin quitar derechos adquiridos a los trabajadores? Desgranar los tipos de licencias y a partir de allí detectar las causas por las que se producen, parece fundamental para que la discusión no sea superflua y quede solamente en pirotecnia mediática. Quienes no comparten la postura del gobierno aseguran que una de las principales causas que deteriora la salud de los educadores (y por eso aumentan las licencias docentes) tiene que ver con las condiciones laborales que enfrentan diariamente, como por ejemplo tener a su cargo cursos sobrepoblados de alumnos a los que hay que atender en su diversidad, realizar dobles jornadas laborales para llegar a fin de mes con el salario, continuar trabajando más allá del horario y días laborales estipulados (la tarea docente hoy no se limita al horario escolar ni a los días hábiles de la semana), enfrentar situaciones diarias con alta carga emocional propias de las exigencias del trabajo con alumnos insertos en una compleja realidad social (situaciones de vulnerabilidad y de violencia, por ejemplo). Todo lo que se traduce en cansandio físico y mental que a larga termina impactando en la salud del docente. También aseguran que al ser un trabajo predominantemente femenino, en una sociedad donde todavía falta deconstruir los roles de hombres y mujeres, son generalmente estas últimas las que se quedan a cuidar a sus hijos (y deben tomar licencia) ante situaciones de enfermedad, o bien lo hacen porque en muchos casos se trata de "jefas de hogar" que están a cargo de los menores. Tampoco se debe desconocer que en la docencia cualquier ausencia que se produzca debe cubrirse automáticamente con un suplente, algo que no pasa en otros sectores del Estado. En al ámbito de la salud o de la seguridad, por ejemplo, si un agente falta puede llegar a cubrirse su labor entre quienes están trabajando en ese momento, o bien otorgar horas extras a algún otro empleado sin necesidad de llamar a un "reemplazante". En el caso de la docencia, se necesita sí o sí un agente suplente al frente de un grupo en un horario determinado para asegurar la enseñanza y contención de los alumnos. Todas estas causas, y otras que surgan, deberán ser analizadas y tenidas en cuenta a la hora de diagramar algún tipo de medida que busque mejorar los niveles de presencialidad docente en las aulas.
Ausentismo docente: tema de campaña
El tema del ausentimo docente ya había atravesado la campaña electoral en sus diferentes niveles, incluyendo el nacional. Patricia Bullrich había dicho en Rafaela que iban a "poner una ley tan fuerte que no van a tener la posibilidad de hacer paros", en tanto Sergio Massa en el primer debate presidencial habló de reestablecer el presentismo docente. Por otro lado el DNU del actual presidente de la Nación Javier Milei declara a la Educación como servicio esencial, buscando asegurar una cobertura no menor al setenta y cinco por ciento del ciclo escolar. Por el momento en Santa Fe, las idas y vueltas entre representantes sindicales y del gobierno son mediáticas, falta la formalidad del planteo en la mesa paritaria, si es que la intención del ejecutivo provincial es avanzar hacia algún mecanismo de incentivo o presentismo. Algo que se develará seguramente en febrero, aunque todo parece ir hacia esa dirección.
