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Educación

La inestabilidad económica y el impacto de lleno en la educación en Rafaela

Instituciones educativas de la ciudad siguen sin encontrar empresas interesadas en construir los edificios. Las condiciones seguirán siendo las mismas para sus alumnos, que resignarán posibilidades de mejores aprendizajes.

La noticia que se conoció en las últimas horas no sorprende, pero no por eso debería dejar de preocupar. Por segunda vez, en un lapso de 5 meses la licitación para construir el Jardín Nº 208 "María Cristina Faraudello de Aimino" de Rafaela quedó desierta, lo que significa que no hubo empresas interesadas en construirlo. Con un presupuesto oficial de $ 215.314.082 y un plazo de ejecución de un año, ninguna firma quiere arriesgar un monto que en pocos meses podría quedar desactualizado ante un panorama inflacionario e incierto económicamente. La primera licitación había sido en enero por un monto 6 millones de pesos menor ($ 209.295.604) y con pliegos gratuitos, no presentándose por la misma razón que ahora, ningún oferente. Es que sino la otra opción que tienen las empresas es estimar montos que superan desde un 50 por ciento para arriba el presupuesto oficial para "cubrirse" de la inflación, lo que generalmente deriva en que la obra no sea adjudicada.

Pero éste no es el único caso que perjudica a la ciudad, lo mismo sucede con el Jardín Nº 336 ubicado en el Complejo Educativo del barrio San José, donde la intención es construir un aula con sanitario, galería y sanitario para el docente. Una ampliación edilicia que obedece al aumento en el número de matrícula de la institución. En este caso, el presupuesto oficial asciende a $ 25.224.059 y el plazo es de 4 meses, pero tampoco hubo interesados en querer construirlo por el momento.

El impacto en la educación

Teniendo en cuenta lo que sucedió con las licitaciones anteriores, lo que resta es esperar nuevos llamados a licitaciones, pero que difícilmente se hagan durante este año. Es que el panorama futuro no se avizora menos incierto que mayo, y mucho menos que enero pasado. Es decir, las licitaciones se podrían repetir mes a mes obteniendo la nula respuesta por parte de las empresas constructoras. Al menos habrá que esperar a que pasen las elecciones, aseguran algunos, para que las firmas interesadas vislumbren algo más de certidumbre a la hora de armar un presupuesto que involucra tantos millones. Esta situación no hace otra cosa más que repercutir en la educación, porque en definitiva no se trata de simples edificios, sino de lugares de aprendizajes adecuados para los niños. Si tenemos en cuenta, por ejemplo, lo que sucede en el Jardín 208 "María Cristina Faraudello de Aimino"; la institución deberá seguir "de prestado" en el edificio de la escuela Centenario donde ocupa 2 aulas y un tercer espacio reducido adaptado como aula, en una construcción que además ocupa la escuela Normal, conviviendo en un mismo lugar alumnos de tres niveles: Inicial, Primario y Secundario, más allá de que tengan vida institucional separada. Pero lo de seguir viviendo "de prestado" quizás sea lo menos importante, si se tiene en cuenta que la matrícula de este Jardín es numerosa, dificultándose el trabajo con los niños en algunos espacios, lo que impacta sin dudas en las condiciones en que los educandos deben aprender. Además la institución no tiene lugar destinado para Secretaría, Dirección, depósito y biblioteca, funcionando algunas de estas dependencias de manera improvisada en una construcción de lajas que se encuentra en el mismo predio, pero separada de las aulas. Por lo que es imprescindible para que este jardín pueda sostener la matrícula de alumnos que tiene en la actualidad, un nuevo edificio. Esto último no podrá ser ni siquiera para arrancar el ciclo lectivo 2024 por lo menos, teniendo en cuenta que el plazo de obra es de un año y todavía no se sabe cuándo será la próxima licitación, ni mucho menos qué sucederá en la misma. Por otro lado, en el caso del Jardín Nº 336 ubicado en el Complejo Educativo del barrio San José, la construcción de la nueva aula surge del crecimiento que viene teniendo la institución en su matrícula, y porque además recibió alumnos de otro jardín que se encontraba funcionando en las afueras de la ciudad de manera irregular. Esto hace que también sea esencial generar un nuevo espacio que permita a los alumnos aprender en mejores condiciones que las actuales.

Los dos ejemplos mencionados, son el "botón" de una gran muestra de lo que viene sucediendo en varias obras públicas en los últimos meses, y sirven para poner en alerta de que no solamente se trata de edificios, de paredes o de simplemente aulas, sino de límites a la "construcción" de futuro. Esta coyuntura económica que por momentos parece normalizarse, está empezando a dar de lleno en las condiciones de aprendizaje de niños, niñas y adolescentes de las escuelas públicas.

 

Rafaela Jardines de Infantes obra pública

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