Por Julio Armando
Docentes de la provincia de Santa Fe bregan para que la Educación Emocional se implemente como materia en las escuelas primarias y secundarias. Aseguran que podría darse en la hora de Jornada Extendida y que su enseñanza trae múltiples beneficios a la salud mental de niños y adolescentes. Tal como un mayor rendimiento académico, mejores comportamientos y relaciones entre compañeros, menor malestar emocional como problemas de depresión, de ansiedad, de estrés, de aislamiento. RAFAELA NOTICIAS dialogó sobre el tema con Mónica Sanmartino, docente de secundaria, con especialización universitaria en Educación Emocional y Neuroaprendizaje. Quien además coordina talleres de Aprendizaje Socioemocional para niños en espacios no formales.
- ¿Qué es la Educación Emocional?
- La educación emocional básicamente se refiere al proceso a través del cual se aprende a comprender y a gestionar las emociones. Comprende estrategias, prácticas que el profesorado puede integrar en su actividad cotidiana. Siempre se hace hincapié que eso se haga en base a evidencia científica.
-¿La Educación Emocional se puede dar como una materia o como contenido transversal?
- Si bien existen muchos enfoques para abordar el desarrollo de las habilidades socioemocionales en las escuelas, esos enfoques pueden ir desde programas bien estructurados a prácticas más sencillas, más flexibles. Lo ideal sería que esos enfoques se puedan implementar a nivel de institutos de profesorado, en la educación superior, para formar las habilidades socioemocionales en la docencia ordinaria y que así se pueda impartir sobre una evidencia científica. Y a nivel de escuelas, tanto las escuelas primarias como en las escuelas secundarias, la educación emocional se puede considerar como algo transversal o más deseable sería que se enseñe como una asignatura específica. Puntualmente, ahora que en las escuelas primarias tenemos la extensión de las jornadas, ése sería a lo mejor un ámbito propicio para que se incorporara como una asignatura. Y el hincapié en la escuela primaria, es porque empezar a trabajar la Educación Emocional desde pequeños, es el momento ideal.
-¿Cuáles son esas habilidades socioemocionales que se deberían enseñar en esta área?
- Hay una definición utilizada muy ampliamente a nivel internacional que establece 5 competencias o habilidades que se consideran fundamentales para trabajar desde el aprendizaje social y emocional. Esas competencias son, por un lado, la autoconciencia, como capacidad para reconocer las emociones y cómo ellas influyen en nuestros comportamientos. La autogestión, como capacidad de regular satisfactoriamente las propias emociones. En tercer lugar, la conciencia emocional, como capacidad de tomar perspectiva y poder empatizar con los demás. La cuarta, son las habilidades de relación, que comprenden la capacidad de establecer y mantener relaciones sanas y saludables. Y por último, la toma de decisiones responsables, que es la capacidad de tomar decisiones constructivas, de poder participar de manera responsable cuando uno decide y toma una decisión. Esas cinco habilidades socioemocionales son en realidad factores protectores de la salud mental y permiten actuar preventivamente, proporcionando herramientas, recursos y un marco de acción. La educación emocional no quiere decir que sustituya lo terapéutico, porque es algo preventivo, lo que va a ayudar es a prevenir problemas de salud mental. Y en los casos donde existan esos problemas, lo que va a hacer es generar un marco para que el profesional también pueda trabajarlo desde el ámbito de la salud.
- ¿Se está aplicando en alguna provincia argentina o país la Educación Emocional?
- En cuanto a provincias ha habido muchos esfuerzos. Hay inclusive psicólogos en nuestro país, como es el caso del Lic. Lucas Malaisi, que están muy interesados en este tema y hace mucho que vienen abogando por la sanción de alguna ley. En general, son leyes provinciales, aunque debería haber un marco nacional y a partir de ahí después las reglamentaciones a nivel provincia. Sí se trabaja mucho en Europa, donde uno ve que hay ya programas muy interesantes implementados en las escuelas, de los cuales se puede aprender y trabajar mucho. Yo mantengo relación con una fundación de España, a partir de la cual me nutro de material muy interesante, para aplicar, porque en esto lo importante es manejarse con aportes de expertos. Con evidencia científica que permita después enfocar y llevar adelante un programa de aprendizaje social y emocional de manera bien planificada. De una manera explícita, de una manera secuencial, para que pueda hacerse con éxito. Algo que después tiene que seguirse pero que tiene muchos resultados positivos. En las escuelas de España, por ejemplo, por los muestreos que se han hecho y los trabajos que se han llevado adelante, se ha notado que estos programas tienen resultados muy positivos, y al hablarte de resultados positivos te puedo hablar de un mayor rendimiento académico, mejores comportamientos y relaciones entre compañeros, menor malestar emocional en los niños y en los adolescentes. Realmente se nota el efecto positivo: menos acoso escolar, mejor relación del alumnado con la escuela y del profesorado; porque aplicarla también al profesorado implica que éste aprenda a trabajar en equipo y a través del trabajo en equipo llevar adelante proyectos que están basados en las habilidades socioemocionales, algo que en algunas escuelas aquí de la ciudad yo tengo el agrado de decir que se está trabajando.
- ¿Qué proyecto trabajaste en Rafaela vinculado a la Educación Emocional?
- Trabajo en la Escuela Nacional, donde hubo un proyecto trabajado por una colega y difundido por ustedes, que es el de "Empatía a Ciegas", que fue premiado por la Legislatura, y que claramente está enfocado en las habilidades socioemocionales. Personalmente he trabajado también en esta escuela un proyecto que implicó en el alumnado habilidad social, conciencia emocional y habilidades de relación. Los chicos trabajaron en consonancia con una organización no gubernamental de la ciudad, que es Fundación Sí, y a partir de ese proyecto fabricaron juguetes con sus propias manos (competencias artísticas) que iban a llevarle a niños en situación de vulnerabilidad. Organizaron una colecta solidaria de alimentos donde trabajaron las habilidades de relación, porque se involucró a toda la comunidad educativa y se invitó a empresas. Y finalmente se realizó la visita educativa al lugar. Los chicos fueron y visitaron el asentamiento Papa Francisco, donde si uno habla de la empatía como el ponerse en los zapatos del otro, llegamos a un lugar donde nos encontramos con niños sin zapatos. Son proyectos que realmente trabajan mucho las habilidades socioemocionales. Algo que dice Begoña Ibarrola, una especialista en el tema, es que cuando uno trabaja educación emocional tiene que estar preparado a aprender cosas, porque los niños son verdaderos maestros. Los chicos iban dispuestos a servir una copa de leche a los chiquitos que nos encontramos allí, y cuando les comentamos esto, los niños lo primero que nos dijeron fue: ‘No, nosotros queremos servirlos a ellos. Nosotros queremos servir a los chicos del Nacional’. Nos encontrarnos con chiquitos descalzos, mal alimentados a lo mejor, pero que nos terminaron dando una lección de empatía. Y como cierre, tenemos a una empresa del área de la salud que está dispuesta a intervenir en el espacio comunitario donde ”Fundación Sí” trabaja con estos chiquitos para darles contención, cultura del trabajo y educación. Y tenemos una empresa que en marco de este proyecto va a ofrecer todos los aportes necesarios para que ese espacio se parezca a un espacio verde, para que en ese espacio tanto “Fundación sí” como las organizaciones también parroquiales que asisten, puedan trabajar con los elementos necesarios. Así que ésa es una muestra de lo que es la educación socioemocional, de lo que son los proyectos basados en la educación y el aprendizaje socioemocional.
- O sea que algo se está haciendo en Educación Emocional, pero faltaría institucionalizarlo.
- Algo se hace, algunos docentes, los que estamos formados, a los que nos han capacitado tratamos de implementarla en la medida de las posibilidades, pero se requiere la ley. Evidentemente que la ley generaría un espacio específico (dentro de las escuelas) porque cuando es transversal caemos siempre en el riesgo de que termina no enseñándose. Mientras que, cuando se genera el espacio, ahí ya cambia, porque ahí se trata de programas que son más específicos, que tienen un manual de aplicación, que están respaldados, que requieren de una formación, de recursos, de una implementación planificada. Entonces creo que la ley aportaría en este sentido. Humildemente, lo mejor que puedo ofrecer, si se da la sanción de esta ley, es todo el material que tengo, los programas, lo que he visto en el exterior, que realmente es algo que se puede replicar en el país, y desearía que así sea.
- Es decir que hoy, no hay la cantidad de educadores capacitados si se aprobara un proyecto para enseñar Educación Emocional.
- El docente ordinario puede dar perfectamente educación emocional, si se lo forma, obviamente. La formación puede bajar desde el Ministerio de Educación, a través de talleres, a través de diplomaturas, como nos hemos formado muchos docentes, que hemos pagado nuestras carreras porque nos interesa. Es algo que sentimos, que hace bien, tanto para los niños como para los adolescentes, de manera que eso yo creo que no sería un obstáculo. Al contrario, sería algo que se podría salvar muy fácilmente si uno insta a que ya los institutos estén incorporando en su currícula tanto la educación emocional como el neuroaprendizaje.
Como dice un maestro influencer que admiro mucho, las verdaderas TIC en Educación son Ternura, Interés y Cariño. Éstos fueron, son y serán los tres pilares sobre los cuales construir cualquier aprendizaje.
