Aún antes de sentarse a negociar con el gobierno provincial, en los círculos gremiales rafaelinos vinculados a los gremios estatales se encendieron todas las alertas rojas ante el rumbo que toma la negociación salarial con la provincia. En un contexto de ajuste brutal en el orden nacional, la línea de la provincia parece estar en sintonía con un escenario que plantea abiertamente la licuación de los costos del Estado, incluidos los salarios de los trabajadores.
En ese marco, ya hubo algunos contactos entre los referentes locales de los gremios estatales y aunque nadie quiere hacer declaraciones altisonantes en público hasta que no se conozcan las propuestas efectivas, a todos les causó una mala impresión inicial la propuesta efectuada a los docentes.
El anuncio del gobierno, en el sentido de que se trata de una recomposición del 43,4%, fue interpretado por los dirigentes de la región como una maniobra "para tirarnos a la gente en contra", según la gráfica descripción que hizo un representante de AMSAFE. "Desdoblaron el pago del 36,4% que se había cerrado con el gobierno anterior y nos presentan la segunda cuota de ese aumento, que debió hacerse en un solo pago y con los sueldos de enero, como una propuesta para completar febrero. Y nos proponen 7% para marzo, pero siempre sobre los sueldos de diciembre. En el medio nos 'comen' lo que perdimos por inflación este año, pero titulan que nos van a dar el 43,4% y parece una enormidad, que no es tal", apuntó el dirigente, que se aprestaba a participar de una asamblea de maestros en la tarde de este miércoles en Rafaela.
En la misma línea están los demás gremios estatales, que ya llevaron su preocupación a la mesa de la CGT Regional Rafaela, donde también existe preocupación por múltiples frentes que empiezan a abrirse, no sólo con los estatales, sino también con un lento e incipiente "goteo" de despidos que, temen, puede acentuarse cuando se cumplan los períodos de licencia del personal que se encuentra de vacaciones.
"A nosotros ni siquiera nos convocaron todavía. Los maestros son un banco de pruebas, pero nosotros estamos más atrasados en niveles salariales y quiero ver qué nos proponen: en la pandemia nos hacían homenajes y nos llenaban de aplausos, pero a la hora de reconocer la esencialidad de nuestro trabajo... ahí todos se esconden", refirió un trabajador del Hospital que viene participando de las reuniones "de pasillo" en las que el "no hay plata" parece dominar las conversaciones.
