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Jueves Santo: "Escuchar sin juzgar y con amor"

Así lo expresó Monseñor Pedro Torres en la celebración donde se conmemora la institución de la Eucaristía como el regalo de amor, y además el Sacramento de La Orden Sacerdotal y la vida de servicio a los demás.
Redacción Rafaela Noticias

Por Redacción Rafaela Noticias

En una emotiva ceremonia, la comunidad católica conmemoró el Jueves Santo, una fecha trascendental en el calendario litúrgico donde se conmemora la Institución de La Eucaristía como el regalo de Amor, también se conmemora la Institución de uno de los Sacramentos de entrega y abandono total al Señor: el Sacramento de La Orden Sacerdotal y La Vida de Servicio a los demás.

Monseñor Pedro Torres fue quien presidió la celebración, ante una catedral que se vio colmada de fieles que se congregaron para revivir el momento de la Última Cena, donde Jesús compartió el pan y el vino con sus discípulos, instituyendo así el sacramento de la Eucaristía como un regalo de amor y comunión para todos los creyentes.

Además, en esta solemnidad se honra la entrega total al servicio de Dios y los demás a través del Sacramento del Orden Sacerdotal. Se reconoce el compromiso valiente de aquellos que, como María, respondieron con un sí inquebrantable para consagrar sus vidas al servicio de Jesucristo y su comunidad.

El punto culminante de la celebración fue el gesto simbólico del lavatorio de pies, donde se destaca la humildad y el servicio como valores fundamentales del cristianismo. Este acto recordó a todos los presentes el mandamiento de Cristo de amarse unos a otros como Él nos amó.

La celebración del Jueves Santo marca el inicio del Triduo Pascual, un período de reflexión y devoción que culmina en la celebración de la Resurrección de Cristo en la Vigilia Pascual. En este tiempo sagrado, la comunidad católica renueva su fe y su compromiso de seguir los pasos de Jesucristo, el camino, la verdad y la vida.

Homilía de Monseñor Pedro Torres en la Celebración del Jueves Santo: Escuchar y Amar sin Juzgar

Ante la mesa preparada para la Cena Pascual, recordamos las palabras del evangelista Juan: "Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin". En este momento crucial, Jesús nos muestra el amor incondicional que tiene por cada uno de nosotros, un amor que trasciende el tiempo y las circunstancias.

"Durante la Cena, en el contexto de la celebración de la Pascua que conmemora la liberación de Egipto y la experiencia de peregrinos en familia, Jesús nos sorprende con un gesto de humildad y servicio: el lavatorio de los pies. En ocho ocasiones aparece el verbo "lavar" en el relato evangélico, recordándonos la importancia de este acto simbólico que nos invita a compartir la suerte de Cristo".

Monseñor Pedro Torres nos instó a reflexionar sobre el verdadero significado de escuchar en el contexto del Jueves Santo. Destacó que escuchar no se limita a la mera audición de palabras, sino que implica una comprensión profunda que va más allá de lo superficial. Nos recordó que el estilo de Jesús nos llama a percibir más allá de las palabras y a ver más allá de las apariencias.

"Queridos hermanos, en este día tan significativo, somos llamados a escuchar sin juzgar, a escuchar amando, siguiendo el ejemplo de Jesús. Escuchar va más allá de oír; implica percibir más allá de las palabras y ver más allá de las apariencias. Este es el estilo de Jesús. Hoy, en la institución de la Eucaristía, el lavatorio de los pies y la entrega del mandamiento del amor, debemos abrir nuestros corazones a los gestos con los que Jesús nos invita a participar activamente en su amor".

El obispo de la diócesis de Rafaela, nos llevó a reflexionar sobre el profundo significado de los gestos de humildad y servicio que Jesús nos mostró en el Jueves Santo. Al mencionar que Jesús nos lava los pies y nos ofrece su cuerpo y sangre en la Eucaristía, nos invita a abrir nuestros corazones para recibir y compartir el amor incondicional del Señor. En este día sagrado, nos llama a renovar nuestro compromiso de seguir el ejemplo de Jesús, comprometiéndonos a servir a Dios y a nuestros semejantes con amor y entrega total.

"Él nos lava los pies, nos ofrece su cuerpo y sangre en la Eucaristía, y nos pide un lugar en nuestros corazones para manifestar su amor. Sigamos el ejemplo de humildad y servicio de nuestro Señor, acogiendo su amor incondicional y compartiéndolo con todos los que nos rodean. En este Jueves Santo, renovemos nuestro compromiso de seguir a Jesús en el camino del amor y la entrega total al servicio de Dios y los demás. Que su ejemplo ilumine nuestro camino y nos guíe hacia la plenitud de vida que solo Él puede ofrecernos".

Durante su homilía, Monseñor Pedro Torres compartió dos claves esenciales que nos ayudan a participar plenamente en el misterio de la Eucaristía y en la vida cristiana:

Dejarse Amar y Vivir en Agradecimiento: Monseñor destacó la importancia de reconocer que todo es un regalo de la gracia divina y, por lo tanto, debemos ser profundamente agradecidos. Citando a Isaías 60,18, donde se menciona que las puertas se llamen "ALABANZA", enfatizó que el nombre mismo de este acontecimiento, "eucaristía", nos invita a vivir con asombro y alabanza.

"Estamos llamados a 'eucaristizar' la vida, a dejarnos trasfigurar y descubrir que también nosotros somos felices cuando damos, cuando servimos, cuando reconocemos la grandeza de lo pequeño vivido con alegría y amor."

Monseñor Pedro Torres

Convertir nuestros hogares en escenarios de encuentro con Jesús: Monseñor resaltó el proceso de los Apóstoles, quienes inicialmente continuaron subiendo al templo para orar, pero gradualmente descubrieron que la casa también puede ser un lugar de encuentro con Jesús. Al mencionar los numerosos momentos en los Evangelios donde Jesús entra en casas.

cuando Jesús entra en nuestros hogares, estos se convierten en escuelas de vida nueva, de comunión, perdón, servicio, sanación y esperanza.

Monseñor Pedro Torres

Estas dos claves nos invitan a vivir la Eucaristía no solo como un evento litúrgico, sino como un estilo de vida que nos transforma y nos lleva a encontrarnos con Jesús en cada aspecto de nuestra existencia.

Continuación de las Reflexiones de Monseñor Pedro Torres:

"Al comienzo del Evangelio de Juan, nos encontramos con la pregunta: "Maestro, ¿dónde vives?" Esta interrogante va mucho más allá de un simple domicilio físico. Es preguntarnos cuál es el lugar teológico y existencial donde podemos encontrarnos y conocer a Jesús, donde podemos escuchar su voz".

Uno de esos lugares reconocidos es el Templo, pero los salmos también reconocen la creación, al hombre y a la historia. Jesús nos revela que lo que hacemos al más pequeño, al extranjero, al hermano pobre, lo hacemos a Él mismo. Como dijo Monseñor Pedro Torres: "Su carne es el lugar de encuentro, donde dos o tres se reúnen en su nombre".

"En la Pascua, Jesús revela la locura de la Cruz como lugar de sabiduría, como el paso del dolor al amor posible por el Espíritu Santo. Aunque pueda parecer contradictorio e incluso escandaloso, se revela que la misericordia es más fuerte, que Jesús nos amó cuando aún éramos pecadores, que se hizo pecado para rescatarnos y sanarnos. Esto lo rezaremos cantando ante el cirio pascual al culminar la celebración": "Oh feliz culpa que nos mereció tan grande Redentor".

El momento y lugar de la revelación del mayor amor condensa todos los anteriores: fue una casa que necesitaba ser preparada para acoger amor en todas sus formas. La casa de la Última Cena nos interpela hoy: ¿Dejamos entrar a Jesús a nuestra casa? Él está a la puerta y llama. ¿Le permitimos entrar entre nuestras cacerolas?

La casa de la Última Cena es la casa del verdadero alimento. ¿Cómo nos alimentamos espiritualmente? ¿Está nuestra fe desnutrida? La Eucaristía es remedio, ¿nos dejamos curar? ¿Nos escuchamos mutuamente como Jesús nos escucha a nosotros? No solo de lo superficial, sino del corazón: ¿Cómo estás? ¿Cuáles son tus sueños? ¿Tus miedos, fragilidades e inseguridades? ¿Tus búsquedas y amores? ¿Quién es Jesús para ti?

Estas preguntas de Monseñor Pedro, nos invitan a abrir nuestros corazones y hogares a Jesús, permitiendo que su amor transforme nuestras vidas y nos lleve a una comunión más profunda con Él y con nuestros semejantes.

Reconstruir vínculos con el Corazón de Cristo

Monseñor Pedro Torres concluyó su homilía con reflexiones profundas sobre la importancia de escuchar con el corazón y reconstruir vínculos en el marco de la Pascua. Destacó que a veces puede resultar más fácil escuchar a un desconocido que a aquellos que creemos conocer y conviven con nosotros.

En este contexto pascual, Monseñor nos recordó que la Pascua consuela y hasta resucita la vida si nos atrevemos a escuchar con el corazón y a recrear los vínculos. Con la humildad y paciencia del Corazón de Cristo, que nos entrega el mandamiento de amar como Él, nos alentó a buscar espacios para la oración en familia, para el servicio y cuidado mutuos, para el encuentro.

Aludiendo a los ejemplos de María visitando a Isabel y la espera del Espíritu después del desconcierto de la Pasión, Monseñor nos instó a seguir el ejemplo de María en nuestra vida diaria.

Con estas palabras, Monseñor Pedro Torres deseó a todos una Feliz Pascua, invitándonos a vivir este tiempo con renovada esperanza y compromiso, en preparación para el jubileo del 2025, con una nueva imaginación de la caridad y la comunión con el prójimo. "Que la Pascua nos inspire a reconstruir vínculos, a amar como Cristo nos amó y a vivir en la plenitud de la fe y el servicio".

Homilía Monseñor Pedro Torres - Jueves Santo
Triduo Pascual Jueves Santo Monseñor Pedro Torres

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