Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Información General

Toda la solemnidad de la Misa Crismal: unión, renovación y consagración

La celebración se llevará a cabo el jueves 21 de marzo a las 20 hs en la Catedral de San Rafael, y será presidida por el obispo de la diócesis de Rafaela, Monseñor Pedro Torres.
Agrandar imagen Monseñor Pedro Torres
Monseñor Pedro Torres
Redacción Rafaela Noticias

Por Redacción Rafaela Noticias

La Diócesis de Rafaela se prepara para celebrar uno de los rituales más significativos dentro de la tradición católica: la Misa Crismal. Este evento, presidido por el obispo Monseñor Pedro Torres, marca un momento de especial solemnidad en el calendario litúrgico, en el cual se consagra el Santo Crisma y se bendicen los óleos utilizados en los sacramentos.

La Misa Crismal, que reúne a todos los sacerdotes de la diócesis, tiene lugar en la Catedral San Rafael de nuestra ciudad. En esta ceremonia, el óleo perfumado, símbolo del Espíritu Santo, es consagrado junto con los óleos para los enfermos y los catecúmenos.

Más allá de su significado espiritual, la Misa Crismal también es un momento para la renovación de las promesas sacerdotales. Los clérigos, bajo la guía del obispo, reafirman su compromiso con Cristo y la Iglesia, prometiendo servir como fieles ministros y guiar a otros hacia la fe.

La Diócesis programó la Misa Crismal para el próximo jueves 21 de marzo a las 20 horas, una semana antes del Jueves Santo, en aras de asegurar la participación de todos los sacerdotes. Será la única misa en toda la diócesis.

La Misa Crismal no solo es un momento de profunda reflexión espiritual, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos entre los clérigos y la feligresía, recordando la centralidad del sacerdocio en la vida y misión de la Iglesia.

El evento reviste un carácter único en el sentido de que no solo consagra los elementos esenciales para los rituales sacramentales, sino que también resalta la importancia del sacerdocio en la comunidad religiosa. Además, sirve como recordatorio del compromiso constante de los sacerdotes de la diócesis con su vocación y ministerio.

 

 

 

 

Los textos litúrgicos de esta ceremonia no solo resaltan el sacerdocio ministerial, sino también el sacerdocio general de todos los fieles. Desde la antífona de entrada, la asamblea aclama: "Jesucristo nos ha convertido en un reino, y hecho sacerdotes de Dios, su Padre".

Es importante destacar que en esta misa no se pronuncia el Credo. Tras la renovación de las promesas sacerdotales, los óleos son llevados en procesión al altar, donde el obispo los puede preparar si aún no lo están.

Finalmente, el momento culminante de la ceremonia llega cuando el Santo Crisma es llevado al altar, portado por un diácono o un sacerdote. Tras ellos, se acercan al altar los portadores del pan, el vino y el agua para la Eucaristía.

Después del Sanctus, se procede a la bendición del óleo de los enfermos; y tras la oración, después de la comunión, se lleva a cabo la bendición del óleo de los catecúmenos y la consagración del Santo Crisma. Este último, representando el aceite perfumado que simboliza la presencia del Espíritu Santo, es un elemento central en la vida sacramental de la Iglesia, utilizado en los ritos de bautismo, confirmación y ordenación.

 

Misa Crismal iglesia católica Monseñor Pedro Torres

Te puede interesar

Teclas de acceso