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Judiciales

Caso Romina Leiva: testimonios encontrados en el primer día del juicio

Declararon un hermano de la víctima, el hijo de éste y una ex pareja -padre de los hijos de la mujer. Hablaron bien del imputado y cargaron contra la última pareja de Romina. Este hombre en tanto dijo que Miguel B. era violento con su madre

Se inició este miércoles el juicio que busca esclarecer la muerte de Romina Leiva de Bella Italia, y que tiene en el banquillo de los acusados a su hijo Miguel Ángel B. sindicado como presunto autor de prenderle fuego a la mujer el 11 de marzo del 2020 frente a su vivienda, hecho que luego desencadenaría en su deceso.

Después de los alegatos tanto de la Fiscalía a cargo de la Dra. Fabiana Bertero que pidió prisión perpetua por el delito de "Homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género", como de la Defensa a cargo del Dr. Carlos María Flores que solicitó su absolución, empezó la ronda de testigos.

Como único medio presente, RAFAELA NOTICIAS asistió al momento en que declararon familiares directos de Romina, y por lo tanto también del acusado, como así también el padre de los cuatro hijos de Romina (ex pareja de la mujer) y también de otro hombre que era pareja de Romina al momento del hecho. En tanto otro hermano de Romina y la madre de la misma optaron por acogerse al derecho de no declarar, algo que permite la ley por el grado de consanguinidad que tienen ambos con el acusado.

Un hermano de Romina de nombre Claudio, que vive en el mismo domicilio donde ocurrió el hecho, en Bella Italia- pero en la casa de adelante (la de Romina estaba atrás) dijo que ese 11 de marzo se encontraba durmiendo, cuando escuchó ruidos salió, encontrándose con que el auto de la pareja de Romina se estaba incinerando. No llegando a ver lo sucedido previo a eso. En tanto el hijo de Claudio, Uriel, quien también declaró este miércoles, expresó que él era el único que estaba despierto esa madrugada, y relató que saludó al acusado por la ventana, lo vio prender un cigarrillo y golpear la puerta de la vivienda de Romina (dado que él también vivía allí). Después de unos minutos observó como Miguel B. entró a un galpón para sacar un bidón en donde colocó nafta que extrajo de su moto. De ahí ya no vio más nada, ya que cuando salió lo único que divisó fue el auto prendiéndose fuego y al acusado que ya se estaba retirando del lugar. En el juicio, Uriel, aseguró que su primo se fue caminando del lugar del hecho, pero en una declaración previa había dicho que se había retirado en moto, inconsistencia que la Fiscal Dra Bertero no le dejó pasar.

Defensa a cargo del Dr. Carlos María Flores.
Defensa a cargo del Dr. Carlos María Flores.

Tanto el hermano como el sobrino de Romina (tío y primo del acusado respectivamente) señalaron que la mujer tenía una buena relación con su hijo. "La quería mucho", "la amaba", "charlaban", "era un excelente hijo", fueron algunas de las expresiones que se escucharon por parte de los testigos. Tratando de mostrar con esto la Defensa que el acusado no tenía ningún conflicto con su madre que lo haya llevado a prenderle fuego de manera intencional ese 11 de marzo del 2020. Además, los testigos mencionados, expresaron que Miguel B. se llevaba bien también con sus medios hermanos- dos pares de mellizos- a los cuales "cuidaba" cuando Romina se ausentaba por algún motivo. Los familiares directos de Romina agregaron que el acusado "se llevaba bien con todo el mundo" y no tenía problemas con nadie de la familia, salvo con la pareja de Romina en ese momento. Otro testigo que fue en la misma dirección fue José P., ex pareja de Romina y padre de los mellizos, el cual crió a Miguel B. desde adolescente cuando se juntó con la víctima. Este testigo afirmó que "la relación --del acusado- con su madre era buena", que "nunca vio algo anormal" y que del imputado no podía decir nada negativo. Tambíen ratificó la mala relación de Miguel B. con la pareja de Romina.

La familia contra la pareja de Romina

Luego de plantear a Miguel B. como alguien que no era conflictivo, los tres testigos mencionados (el hermano de Romina, el hijo de este último y la ex pareja de la mujer) le apuntaron a Roberto M. (la pareja que tuvo Romina hasta su muerte). Claudio y Uriel dijeron que "no era buena gente", que el trato que tenía con los hijos de Romina no era el correcto dado que les hablaba despectivamente y los agarraba de las orejas al momento de retarlos. Por su parte, José P. (padre de los mellizos) fue un poco más allá y manifestó que sus hijos habían sido maltratados por la pareja de Romina, y que era Miguel B. (el imputado) quien los defendía. Algo que se enteró luego de la muerte de la mujer dado que sus hijos no le habían contado nada hasta ese momento, más allá que los veía con marcas en sus brazos. Aunque ante la pregunta de la Fiscal, José P. manifestó que él no presenció ningún hecho de violencia en sí, sino que se lo relataron sus hijos.

Acusación a cargo de la Dra. Bertero.
Acusación a cargo de la Dra. Bertero.

Versión diferente de la pareja de Romina

Cuando llegó el turno de declarar Roberto M. (pareja de Romina al momento de su muerte) expresó una versión diferente a la de la familia Leiva. Dijo que el acusado era violento, dado que se había enfrentado a él varias veces, porque "no quería que esté con su mamá". Que discutía con sus hermanos mellizos y que dos de ellos le tenían miedo. Poniendo como ejemplo que el día previo al hecho, los niños se escondieron debajo de un asador en el Balneario cuando vieron pasar a Miguel. Roberto M. dijo que el acusado discutía con la madre, que "a veces se querían mucho y otras se querían matar", que parte de esas discusiones que tenía con Romina, era porque Miguel B. había aparecido con una moto robada y por las personas con las que se juntaba. Roberto M. agregó que un día el acusado atacó a la madre con un hierro debiendo intervenir él y que en ocasiones le daba plata para que se vaya. La última pareja de Romina dio su versión de los sucedido el 11 de marzo del 2020, ya que fue el único testigo (más allá de Romina y de su hijo) que vio el hecho en sí. Roberto M. señaló que vio a través de una ventana balancín que hay en el frente de la casa de Romina, que Miguel B. le tiró nafta al cuerpo de la mujer, ella lo empujó con la mano izquierda y luego el acusado le arrimó al pecho un objeto prendido fuego que no pudo identificar qué era. En este punto, la Defensa señaló inconsistencias en la declaración, dado que Roberto M. en testimoniales anteriores había dicho que lo que vio fue un fósforo prendido fuego, el cual se lo había tirado ( y no acercado) al cuerpo de Romina. Luego de que el cuerpo de la mujer tomó fuego, Roberto M. la abrazó, la llevó hacia adentro de la casa, la puso debajo de la ducha, la envolvió con diferentes elementos (repasador, mantel) para apagar el fuego, siendo ayudado por los hijos de Romina. Luego la cargó en el auto, que también se había quemado una parte, y la llevó al hospital de Rafaela.

Relación tóxica

La frase anterior fue utilizada por el padre de los mellizos de Romina, al referirse a la relación que tenía Romina con Roberto M. Ellos habían cortado tres veces el vínculo y vuelto a reestablecerlo. La mujer lo había denunciado a Roberto M. por violencia de género, lo que le valió estar detenido. Pero este miércoles, Roberto M. declaró que en realidad ella lo quiso "matar" a él cuando un día se hizo presente en su departamento y lo agredió con un cuchillo.

Ante casos de violencia de género.
Ante casos de violencia de género.
JUICIO ORAL

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