Una deuda de 200 dólares por drogas cancelada con billetes falsos. Un mensaje inicial, de una mujer, con una advertencia perentoria: en nombre de "Yiyo", le daban a la deudora 24 horas para pagar. En esas horas, una primera visita de Tomás Lazcano a Agustina, la chica de la deuda. Y una pregunta premonitoria, de ella, 19 años de edad, a él, también 19 años: "¿vos sos mi sicario?"

Si, Tomás "Tomajugo" Lazcano era su sicario. "Perdoname, te quiero mucho, pero sabés como es esto", le dijo el gatillero. No esperó el perdón, claro: le disparó seis tiros con un arma calibre 38 que dejaron a Agustina herida de gravedad, pero viva.

Los detalles del caso fueron expuestos por el fiscal Juan Manuel Puig, en la audiencia en la que pidió y obtuvo la prisión preventiva del gatillero preferido de Yiyo Ramallo, un rafaelino que siendo menor de edad participó -según las investigaciones judiciales- en varios hechos que incluyeron homicidios y tentativas de homicidio. Todos con el sello sicario del implacable Evelio "Yiyo" Ramallo, de quien hace poco se ocupó nada menos que la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en un posteo en el que difundió imágenes de cuando era trasladado al penal de máxima seguridad de Ezeiza. Bullrich dijo que era para cortarle sus vínculos con los sicarios que asolaban a Rafaela. Agustina, la víctima de los tiros de Tomajugo, puede dar fe que las órdenes de Yiyo se cumplen todavía, cualquiera se si lugar de reclusión. Y que más vale pagar las deudas con dólares auténticos.

Lazcano y Fabián Rojas, quien manejaba la moto el día del episodio que tuvo como víctima a Agustina -ocurrió en Francia al 2500, en el barrio Zazpe, en la noche del lunes- quedaron presos por resolución del Dr. Nicolás Stegmayer, que les dictó prisión preventiva mientras avanza la investigación del hecho. Ambos están detenidos en la Alcaidía de Santa Fe.