La Ruta Provincial 70 une las ciudades de Santa Fe y Rafaela y es una de las principales vías de comunicación de la provincia de Santa Fe. Cientos de automóviles, camiones y colectivos interurbanos recorren diariamente los 122 kilómetros de extensión de ese corredor (desde Recreo a Coronel Fraga).
Por su conexión estratégica entre el este y el oeste santafesino, también es una ruta que, “naturalmente” sirve como corredor de la droga que sale desde la ciudad capital y termina su recorrido en “la perla del oeste”. Ello quedó plasmado en varios procedimientos antinarcóticos que realizan tanto la Policía como la Gendarmería Nacional. Así también lo revelan los fallos que la justicia federal dicta, en el marco de causas por el transporte de estupefacientes.
Tal es el caso, por ejemplo, de 4 integrantes de la familia Fontanelláz, quienes a lo largo del 2022 fueron condenados por traer un total de 7 kilos de marihuana (incautada en distintos procedimientos) desde Santa Fe a Rafaela por la Ruta 70. Ahora, un nuevo fallo dictado por el Tribunal Oral Federal de Santa reafirma esta “predilección” narco de usar el corredor como vía de transporte para la droga.
Lucas Molina fue condenado por el Juez José María Escobar Cello, a dos años de cárcel en suspenso y la imposición de una multa de 4.000 pesos, por viajar por “la 70” con dos “piedras” de cocaína y un “ladrillo” de Marihuana.
Molina, de 40 años y afincado en bo. Villa Dominga, fue detenido en un control montado a la altura del peaje de Nuevo Torino en enero del 2023. El alijo ilegal estaba en una mochila y que luego el grupo de criminalística y estudios forenses del Escuadrón de Seguridad Vial “Rafaela” de la Gendarmería Nacional determinó que se trataba de 22 gramos de cocaína y más de 1 kilo de marihuana.
Tras un acuerdo de juicio abreviado entre la fiscal auxiliar María Florencia Álvarez y el defensor particular Germán Verna; Molina aceptó ser juzgado como autor del delito de tenencia de estupefacientes y, de esta manera, ponerle punto final al expediente tramitado inicialmente en el Juzgado Federal de Rafaela.
Además de los dos años en suspenso y la multa, la condena firmada por Escobar Cello le impuso reglas de conducta tales como: fijar residencia dentro de la jurisdicción del tribunal; someterse al cuidado del Patronato del mismo, efectivizado a través del juez de ejecución penal y abstenerse de usar estupefacientes y/o de relacionarse con personas vinculadas a su expendio o consumo.
