La Asociación de Padres de Niños y Jóvenes con Discapacidad (Apadir) resolvió rescindir el contrato vigente con la Municipalidad de Rafaela. La institución ha informado que no continuará con el acuerdo, según se informó oficialmente este domingo.

“Con la rescisión de este contrato, el municipio se encuentra en la tarea de determinar el futuro uso del espacio previamente ocupado por Apadir. En los próximos días, se evaluarán diversas propuestas y posibilidades para asegurar que este espacio continúe sirviendo a la comunidad de manera efectiva y beneficiosa para todos los rafaelinos”, señaló el informe oficial.

“Agradecemos a todos los ciudadanos por su paciencia y comprensión durante este periodo de transición. Mantendremos a la comunidad informada sobre las decisiones y desarrollos futuros relacionados con este espacio”, finalizó la comunicación.

Una historia polémica

El convenio entre Apadir y el municipio para la cesión de ese espacio fue muy polémico. Los terrenos formaron siempre parte del cuadro de la estación del ferrocarril Mitre, o Nuevo Central Argentino, como se llama desde los años ’90. De hecho, parte del apeadero del tren coincide prácticamente con los límites del predio que forma parte del convenio ahora caído.

Gestado durante la última intendencia de Omar Perotti, la idea con la que se presentó originalmente el convenio era que el predio fuera mantenido por APADIR a cambio de la explotación de un kiosco o espacio similar, que le permitiera a la entidad hacerse de recursos para sostener su funcionamiento. Desde el principio ese dato -que al menos figuraba en el compromiso de cesión original del ente de administración de bienes ferroviarios al municipio- fue ignorado: lo que se hizo en el lugar distó bastante de un simple “kiosco” y en realidad lo que se hizo fue una especie de “confitería” que, con el tiempo, se transformó en un pub y un local de diversión nocturna. Últimamente era utilizado como un espacio de eventos. La inversión la hizo un empresario privado, en acuerdo con Apadir: el tema fue muchas veces cuestionado en el Concejo Municipal, sin que nunca hubiera respuestas claras y definitivas. Además, en más de una oportunidad el municipio tuvo que poner recursos para reparar y poner en condiciones el lugar.

Ahora, hay una gran duda en torno a qué pasará con el edificio en cuestión. La caída del convenio incluye a todo el predio, incluso al lugar donde está el edificio. Pero los abogados del municipio tendrán que revisar muy bien toda la historia del lugar, para verificar si será necesario llegar a un acuerdo con el privado, o bien el lugar tendrá que ser desarmado.