Como suele suceder en cada recambio institucional, en el Concejo Municipal de Rafaela se viven horas febriles para la definición de las nuevas autoridades del cuerpo. Este lunes hubo una reunión en donde sólo se resolvieron cuestiones formales relacionadas con la sesión de jueves 7, que será la despedida de los ediles que cumplen su mandato y la toma de juramento a los nuevos legisladores locales. Pero hay muchas definiciones que todavía dependen de negociaciones que por estas horas irán haciéndose más agitadas.
Por lo pronto, se sabe que este jueves la sesión será presidida por Martín Racca, a la sazón vicepresidente primero del Concejo con su composición actual. Será de esa manera porque Germán Bottero, presidente saliente, culmina su mandato e irá como secretario de Gobierno al Ejecutivo conducido por Leonardo Viotti, que también ya renunció a la banca y la dejará formalmente este jueves, para permitir la asunción de Augusto Rolando.
Luego de las despedidas de los concejales salientes que no renovaron sus bancas-además de Bottero termina su mandato Miguel Destéfanis, en tanto que ya hace un mes renunció Brenda Vimo, que también cerraba su gestión en diciembre de 2023-, el cuerpo pasará a un cuarto intermedio en donde se conformará la comisión de poderes que analizará los diplomas de los concejales electos, un simbolismo que rápidamente dará paso a la ceremonia de juramento de los nuevos mandatos de Lisandro Mársico y Juan Senn (reelectos), así como de Carla Boidi, Mabel Fossatti, María Paz Caruso y Augusto Rolando.
Las nuevas autoridades
Ya constituido con su nueva conformación, el Concejo pasará a elegir sus autoridades. Y este es el tema sobre el cual aún no hay nada resuelto. De la Presidencia que surja dependerá la conformación del resto de los cargos.
Pica en punta en cuanto a aspiraciones el demoprogresista Lisandro Mársico, que contaría con el mayor apoyo para ser presidente en caso de una votación dividida. El PDP, que formó parte de la coalición política que llevó a la Intendencia a Viotti, no está representado en ninguna secretaría del Ejecutivo, por lo que ya existiría un acuerdo de cúpulas para que Mársico sea el nuevo presidente del cuerpo legislativo.
En principio Mársico no estaba totalmente convencido de ir por la sucesión de Bottero. Verborrágico y frontal como es su perfil en el recinto, la Presidencia lo pone en un rol nuevo, que desconoce: sin voz para participar en los debates -sólo puede hacerlo cuando hay "debate libre"- y sin voto (salvo en caso de empate), deberá ser conciliador y manejar las sesiones con el reglamento en la mano. Pero también sabe que queda en la primera línea de sucesión ante cualquier imprevisto y que el presidente del Concejo es siempre una autoridad de primer orden en la ciudad.
Alejandra Sagardoy, que es radical y la concejala con mayor experiencia en el cuerpo legislativo, dado que fue durante muchos años secretaria de bloque y ocupa una banca desde fines de 2017, era también una candidata natural al cargo, por afinidad con el intendente y por trayectoria en el sexto piso. Pero también sabe que dentro del bloque de JxC será la única radical con experiencia y deberá cargar con el grueso del peso de la defensa política de la gestión, por lo que un eventual pase a la Presidencia dejaría al radicalismo debilitado en las bancas del llano.
Ceferino Mondino es el tercero en discordia. Quiere ser presidente del Concejo, pero no le da el respaldo de sus pares: el peronismo, que ubicaría a Valeria Soltermam como vicepresidenta primera del Concejo, en honor a la paridad de género, votaría por Mársico. No obstante, en el terreno de las negociaciones Ceferino tiene algunas fichas para jugar. Fue el candidato a intendente que en las PASO representó al sector de Maximiliano Pullaro, y cada vez que puede lo recuerda en el recinto.
Hay otros factores que juegan. Mársico pretende nominar a un secretario del Concejo de su entera confianza y para eso tiene un candidato: Nicolás Abdala. Si Sagardoy no es presidenta del cuerpo legislativo, el actual secretario, Franco Bertolín, bajará un piso y se instalará en el quinto, probablemente en el siempre clave área de Despacho de Intendencia, por donde pasa toda la legislación local, incluidos decretos y resoluciones. JxC, fiel a su estilo de los últimos años, quiere dejar tranquilos a todos los socios e iría por retener también la prosecretaría del Concejo, hoy en manos de Marcelo Trigueros, exsecretario de bloque de Mársico. Dicen en los pasillos del Concejo que JxC quiere todos los cargos, aunque el justicialismo propondrá a un candidato propio, o quizás a un referente del PRO.
