Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Locales

La reja del herrero alemán: Un desafío que demostró la maestría de Raúl Risso

Raúl Risso, un herrero y artesano cuya dedicación y habilidad han mantenido viva una profesión en extinción en Rafaela. Con 40 años de experiencia, Raúl compartió su pasión por el trabajo artesanal y su compromiso con la excelencia.
Agrandar imagen Raúl Risso, herrero y artesano
Raúl Risso, herrero y artesano
Redacción Rafaela Noticias

Por Redacción Rafaela Noticias

Bien Despiertos tuvo el placer de entrevistar a Raúl Risso, un herrero y artesano cuyo trabajo es un testimonio vivo de una profesión que casi ha desaparecido en Rafaela. Nos trasladamos hacia su domicilio ubicado en barrio Guillermo Lehmann, para conocer más sobre su fascinante oficio.

Un trabajo con pasión

Raúl Risso, rodeado de sus herramientas y creaciones, nos recibió en su taller abierto, donde enfrentaba el frío matutino con la misma pasión que lo ha acompañado durante sus 40 años en Rafaela. "Me gusta más el invierno que el verano para trabajar", nos confesó Raúl, "el calor del taller en verano me resulta difícil de soportar, pero en invierno el amor que le pongo al trabajo hace que casi no note el frío".

Formación y talento

El viaje de Raúl hacia la herrería comenzó en el campo y se desarrolló gracias a la observación y el aprendizaje autodidacta. "Vengo del campo, hace 40 años que estoy en Rafaela. Vi a un hombre soldar, un gran herrero, y decidí aprender. Empecé con cosas pequeñas, maceteros, y este hombre me enseñó mucho", relató Raúl. Su formación no se detuvo ahí: "Consulté a los grandes herreros de aquella época, quienes siempre estuvieron dispuestos a enseñarme".

Raúl también mencionó que su talento es un regalo divino: "Recibí un talento de Dios. Es un talento que Dios te da, y hay que saber aprovecharlo. No se puede enseñar, es algo propio".

Herramientas del oficio

El taller de Raúl es un testimonio de la evolución tecnológica en la herrería. "Este es un serrucho eléctrico para cortar caños estructurales, y esta es una soldadora muy moderna, alemana, italiana, toda digital", explicó mientras nos muestra sus máquinas. Su habilidad y las herramientas modernas se combinan para producir trabajos de alta calidad y precisión.

La demanda actual

En cuanto a la demanda de sus servicios, Raúl nos contó: "Hoy en día, lo que más me piden son rejas de ventana y puertas rejas, por temas de seguridad. Una puerta reja pintada, con cerrojos de seguridad, cuesta alrededor de 300,000 pesos". Además, también realiza rejas para frentes y otros trabajos artesanales.

El valor del compromiso

La puntualidad y el compromiso son fundamentales para Raúl: "Rafaela no te permite equivocarte. Si digo que voy a estar a las 3 de la tarde, ahí estoy a las 3 de la tarde", afirma con firmeza. Este nivel de profesionalismo ha sido clave para mantener su reputación y atraer nuevos clientes.

Transmisión del conocimiento

Raúl ha intentado transmitir su conocimiento a las nuevas generaciones, aunque reconoce que no todos logran alcanzar su nivel de perfección: "He enseñado a mucha gente, pero lamentablemente no todos han aprendido a hacer el trabajo prolijo. El talento es algo que no se puede enseñar".

Un legado de pasión

A sus 70 años, Raúl no tiene planes de abandonar su oficio. "Es tanto el amor que le tengo a este trabajo que lo hago con tanta pasión. La gente de Rafaela me aprecia y eso me motiva a seguir adelante", concluyó.

Raúl Risso - Herrero y artesano
La Anécdota del Herrero Alemán

Raúl Risso, con su habilidad para manejar el hierro y su dedicación, ha dejado una huella en Rafaela y más allá. Una de sus historias más memorables involucra un encargo especial que lo conectó con una tradición herrera que se remonta a un herrero alemán en Humboldt.

Todo comenzó cuando un cliente se acercó a Raúl con una petición particular. "El pedido vino de Emilia. El diseño original de la reja había sido hecho por un herrero alemán en Humboldt muchos años atrás", relató Raúl. El cliente, al ver la obra maestra en Humboldt, decidió que quería una réplica exacta para su nueva vivienda.

El cliente viajó a Humboldt para contactar al herrero alemán, pero descubrió que el artesano había regresado a Alemania. Desilusionado, pero decidido a encontrar a alguien capaz de replicar el diseño, el cliente llegó a Rafaela. Allí, mientras compraba materiales para su chalet, mostró la foto de la reja a Botero, un comerciante local de artículos de bronce.

"Botero miró la foto y le dijo: 'El único que te puede hacer esta reja en Rafaela es Risso'", recordó Raúl con orgullo.

Raúl aceptó el desafío y se embarcó en un trabajo meticuloso que le llevó varios meses completar. "Esas rejas eran un verdadero testamento de artesanía. Estaban completamente hechas a mano, cada columna y cada detalle", explicó Raúl. La dedicación y el talento de Raúl se reflejaron en el producto final, una obra maestra que dejó al cliente más que satisfecho.

Raúl Risso Herrero Artesano historias

Te puede interesar

Teclas de acceso