En las próximas semanas podrían comenzar a llegar una ola de intimaciones a los domicilios de los contribuyentes rafaelinos que se encuentran en mora en el pago de tasas y tributos varios. Esto puede suceder o no, dependiendo de la decisión política que adopte el intendente Leonardo Viotti. Pero si ocurriera, tiene un par de explicaciones básicas: a valores de diciembre de 2023, según lo definido por la auditoría de corte que hizo la gestión anterior, el municipio tenía 2.045.034.410,41 pesos (dos mil cuarenta y cinco millones, treinta y cuatro cuatrocientos diez pesos con cuarenta y un centavos) en créditos por cobrar, de los cuales un 56%, es decir, 1.1146,61 millones de pesos, no generaron ningún proceso administrativo de intimación hacia los morosos.
El auditor recomendó realizar "las acciones necesarias para garantizar la gestión y el cobro de los créditos municipales adeudados". Todo parece indicar que la gestión Viotti hará la tarea recomendada: el momento político es complejo, pero el intendente cuenta a su favor con el período en que aún puede responsabilizar del atraso en las intimaciones a la gestión anterior (algo así como "estamos haciendo lo que Castellano dejó de hacer para no tener costo político) y porque transita un año sin elecciones a la vista. Claro, el problema está en que los contribuyenes vienen con la soga al cuello: si a los bolsillos flacos les pegaron duro los aumentos sin anestesia aplicados en los valores de los tributos locales, las cartas de intimación -generalmente redactadas con el lenguaje frío e insensible de los abogados- pueden ser la chispa que encienda la pradera.
Ni a Viotti ni a ningún intendente le gusta lidiar con esos costos. Desechada de plano la posibilidad de una moratoria -"no está prevista para los próximos años", sentenció la secretaria de Hacienda, Silvina Bravino-, es probable que el camino intermedio sea dirigir las primeras intimaciones con carácter selectivo, buscando en catastro los casos más graves: muchos años sin pagos, varios catastros a nombre de un mismo propietario que no expresa intenciones de pago, etc.
Los datos duros
Lo cierto es que los números están a la vista. De los 960 millones de pesos y fracción que los rafaelinos deben por boletas impagas de tasa general de inmuebles, hay boletas por 535 millones de pesos que nunca se reclamaron administrativamente. Otros 21,3 millones tienen intimaciones enviadas, 243 millones tienen apremio y 160,5 millones están en vía judicial.
Contribución por mejoras es otro ítem que marca un rojo muy importante en las cuentas municipales. Son las obras que pagan los vecinos: pavimento, cloacas, redes de agua potable, iluminación, etc. Totalizan exactamente la mitad de los créditos a favor que tiene la Municipalidad por tasa general impaga: 960 millones por tasa, 480,9 millones por contribución por mejoras impaga.
De esos 480,9 millones 230,4 millones están sin trámite de reclamo, 110,6 millones tienen trámite administrativo iniciado, 57,5 millones están en la categoría de apremios y 82,3 millones están en juicio.
Hay deudas de rafaelinos que firmaron convenios de pago y no cumplieron por un total de 218 millones de pesos, de los cuales 35,3 millones no tienen reclamo administrativo; 57 millones tienen reclamo, 65,3 millones están en apremio y 60,3 millones en juicios.
Los números son igual de ilustrativos en la categoría de Derecho de Registro e Inspección (DREI). Comerciantes, empresarios, emprendedores y monotributistas deben 170,8 mllones de pesos, de los cuales 153,8 millones nunca merecieron ni siquiera una carta de advertencia pidiéndoles que pasen por la caja municipal a regularizar su situación. Derecho de Cementerio, muy parecido: 119,3 millones de pesos en deudas. Con un dato: sólo se mandaron intimaciones de cobro a deudos de los difuntos que representan montos de sólo 93 mil pesos en total. Significa que más de 119 millones en deudas por este ítem no se reclamaron: los muertos no pagan. Tampoco votan.
