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Locales

Reanuda su actividad el Concejo: empieza el segundo tiempo de un "partido" clave para el gobierno de Rafaela

Al margen de los temas puntuales en carpeta, tras los resultados de las PASO se vislumbran cambios de estrategias en el Concejo, cuando quedan menos de 45 días para el destino del gobierno de la ciudad se juegue en las urnas.

Este martes los concejales volverán a verse las caras en el recinto del Concejo Municipal de Rafaela, con un puñado de temas que deberán ser analizados en comisiones antes de ser sometidos a votación en la sesión ordinaria del jueves, en lo que marcará la reanudación de la actividad oficial del cuerpo legislativo tras el largo receso de julio. Un receso que este año fue más improductivo que nunca: las primeras semanas los ediles las dedicaron a la campaña y la otra mitad del mes la dedicaron a a recuperar energías o a poner en orden los asuntos relacionados con el reordenamiento de cara a las generales de septiembre. Así, no hubo en este julio que acaba de finalizar ninguna actividad de relevancia en el Concejo.

Ahora, más allá de la importancia de los temas puntuales que se incluirán en la sesión -sobresale la cuestión del ordenamiento legal relacionado con el funcionamiento de los crematorios, que los ediles vienen "pateando" hacia adelante desde marzo-, se impone también observar con atención cuál será el perfil que adoptarán los concejales. Todos: los que son candidatos a cargos electivos, pero también los que miraron las PASO como un asunto ajeno y ahora, con los resultados puestos, sienten que el temblor movió las agujas también en sus propios despachos.

Cuidar la pelota con pases cortos y seguros

Una vieja verdad futbolera sostiene que "equipo que gana no se toca". Con esa premisa, parece claro que Juntos por el Cambio -cuya herramienta electoral ahora se denomina Unidos para Cambiar Santa Fe- tiene un panorama mucho más claro y fácil. En parte porque acertaron con la estrategia política ya en los meses previos a las PASO. Leonardo Viotti, el gran ganador de las PASO rafaelinas, no fue el ariete principal de la ofensiva política opositora puertas adentro del Concejo durante lo que ya transcurrió del "año político". Se diría que hasta adoptó una actitud de crítica fuerte, pero prudente.

Viotti no necesitó descollar con proyectos revolucionarios ni brillar con argumentaciones extraordinarias, a sabiendas de dos cosas elementales: la primera, que él mismo encarnaba la única opción real de la oposición para erigirse en alternativa de poder. La segunda, que el escenario local, provincial y nacional aparecía alineado como para que la tormenta del descontento con los oficialismos de turno lo empujara con viento de cola para recoger en las urnas los beneficios de esas expresiones de malestar.

En esa estrategia de surfeo tranquilo en las olas opositoras, Viotti tuvo un aliado clave, que se llama Lisandro Mársico. El referente del PDP favoreció a Viotti cuando decidió rechazar el convite de Maximiliano Pullaro para representarlo como candidato a intendente. Le evitó una interna desgastante -Ceferino Mondino terminó siendo un postulante testimonial- y además se presentó, Mársico, como la punta de lanza del enfrentamiento con el oficialismo en el Concejo. Un rol que al edil del PDP siempre le cayó como anillo al dedo, con su estilo confrontativo y extrovertido. El precio que pagó el radicalismo fue que Mársico les ganó la interna por el canto de una uña y Germán Bottero quedó con un pie afuera del Concejo. (Entre nosotros: será jefe de Gabinete, si persiste esa figura, en el caso de una hipotética Intendencia Viotti) Con dos representantes virtualmente "adentro" en el próximo Concejo, el PDP pasará a ser un actor protagónico en JxC.

Desde ese punto de vista, "equipo que se gana no se toca". Si salió bien para las PASO, ¿por qué no habría de repetirse el éxito en las generales?¿Cuán importante es en realidad el "microclima" del Concejo en la formación del humor popular antes de entrar al cuarto oscuro? ¿Saben los votantes qué hizo tal o cual candidato cuando estuvo en el Concejo? ¿Conocen de la actividad legislativa los que confiaron en Viotti para intendente? Probablemente muy pocos, como eran muy pocos los que sabían lo que Luis Castellano había hecho en 2011 cuando lo eligieron para gobernar la ciudad y venía, también, desde el Concejo Municipal. El perfil, en todo caso, se construye con los años.

Del inflador anímico a buscar el arco contrario

El problema real ahora lo tiene el oficialismo. Siguiendo la metáfora futbolera: está con el resultado en contra, no tiene refuerzos para incorporar y si el DT relojea al banco, no tiene muchas alternativas. Están en el entretiempo y se impone el "lavado de cabeza". El "inflador anímico", diría algún comentarista deportivo. En eso anduvieron en las primeras dos semanas de duelo tras la derrota los estrategas del oficialismo. En levantar el ánimo de los golpeados por el resultado. Pero ahora hay que salir a la cancha porque hay que intentar dar vuelta la historia. Y estar refugiado en el campo propio no sirve: tienen que salir a revertir la historia pisando el área rival. Lo acecha el descenso. La presión no puede ser exagerada: es total.

¿Cómo repercutirá eso en el Concejo? Contra una oposición que muestra a sus principales espadas sentadas en el sexto piso, el oficialismo tiene a Juan Senn solamente allí. Por errores que serían motivo de otro análisis, Castellano nunca tuvo -al menos en su tercer mandato. en el Concejo ediles consustanciados con su gestión. Y si alguna vez los tuvo, los perdió. La distancia entre el despacho de Intendencia y las oficinas de los concejales oficialistas nunca fue tan larga como en estos últimos dos años. La amalgama entre el bloque peronista y los secretarios del Ejecutivo tiene la consistencia de la harina: es un polvo que se escurre entre los dedos al primer chorro de agua medianamente potente.

De la cómoda plancha a transpirar la camiseta

Antes del 16 J, toda la pirotecnia verbal de JxC encontraba "silenzio stampa" en el oficialismo. La excusa: no había que darle "volumen" a las críticas opositoras con debates incontrolables. La realidad es que -al margen de Juan Senn- ni Valeria Soltermam ni Brenda Vimo ni Martín Racca se sienten cómodos, por diferentes razones, en el blindaje de la gestión Castellano.

La táctica de hacer la plancha sirve en la medida en que la corriente no te estampe contra las piedras. Ahora, el bloque oficialista está tragando agua, en el medio de una corriente que lo sacude y lo interpela, y con un chaleco salvavidas que tiene fecha de vencimiento. El golpe de timón, necesariamente, tendrá que verse, independientemente de la magnitud de la contribución que pueda tener en el resultado electoral: si hay que cambiar la actitud antes del 10 de septiembre, se impone que los primeros gestos se vean en el Concejo. Si no está en el Concejo la primera trinchera de la defensa del "modelo" de gestión, ¿adónde está? Póngalo en términos criollos, contantes y sonantes: si no militan la gestión los que cobran más de medio millón de pesos mensuales, ¿quién se pone la camiseta?

En el medio de estas especulaciones, por supuesto, está el ciudadano. Que espera respuestas simples de sus representantes.¿Una? Por ejemplo, por qué hay que seguir llevando a Tacural los restos de un ser querido cuya última voluntad fue que sus restos fueran cremados y sus cenizas esparcidas al viento en algún lugar que resultara importante durante su vida terrena. Todo porque falta una regulación para un tema tan sencillo. Al cabo, un horno crematorio no es un arsenal nuclear ni una planta de pesticidas. Y si quiere buscar temas más significativos, apunte a las deudas pendientes en materia de desarrollo urbano, salud pública y tantos otros que esperan una mano ocupada del sexto piso.

Esta semana, ellas y ellos vuelven a sesionar. ¿Estarán a la altura de las expectativas?

 

Concejo Municipal de Rafaela Juan Senn Leonardo Viotti Lisandro Marsico

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