Por Julio Armando
Los primeros días de marzo, RAFAELA NOTICIAS había adelantado de manera exclusiva que dos sectores de la ciudad iban a contar con alarmas comunitarias gestionadas y monitoreadas por el Municipio, siendo las primeras que instalaría la gestión del secretario de Prevención en Seguridad Juan Manuel Martínez Saliba, y también las primeras de esta clase en la ciudad. Porque si bien ya existen alarmas comunitarias en el barrio Pizzuno, éstas son monitoreadas por una empresa privada, tienen un alcance limitado de cuadras y fueron compradas por los vecinos, proveyendo el Estado local la conexión eléctrica en la vía pública y aportando un canon mensual para el mantenimiento de los aparatos, según lo establece una ordenanza vigente.
Ahora, RAFAELA NOTICIAS pudo saber de manera anticipada que los dos lugares elegidos por la Municipalidad de Rafaela para instalar las alarmas serán el barrio Villa Rosas, sobre calle Santa Rosa frente de la capilla que lleva el mismo nombre, y en el barrio Fátima, en un lugar a definir la semana que viene cuando los técnicos inspeccionen posibles cuadras donde pueden ser instaladas.
Las fuentes consultadas por este medio confirmaron que los dos equipos que se van a instalar ya están en poder del Municipio provenientes de una empresa de Mendoza que los prestó a modo de prueba y que la instalación de los mismos podría darse en la próxima semana. Lo que sí dejaron en claro fuentes oficiales es que se tratará de una experiencia piloto para ver si funciona el sistema y cuál es la eficacia de los equipos adquiridos. Si todo "marcha sobre ruedas", la intención del Estado local es expandir el sistema a todos los barrios que lo soliciten en un plan ambicioso que tiene el Municipio de formar una red de alarmas comunitarias en toda la ciudad.
Respecto al costo, si bien no trascendieron montos, se supo que los vecinos deberán hacerse cargo de los aparatos pudiendo pagarlos en cuotas, si bien los que se instalen la semana que viene no tendrán costo por el momento porque son de prueba. Es decir, cuando ya esté todo chequeado, la Municipalidad comprará las alarmas y luego las venderá a los vecinos financiadas para que todos tengan facilidades de adquirirlas. Incluso lo que se llegue a recaudar se reinvertirá en seguridad. Lo que será totalmente gratuito para los vecinos tiene que ver con el monitoreo que estará a cargo del Centro de Monitoreo Municipal y la GUR, lo mismo que el mantenimiento, que lo realizará el Estado local.
Las nuevas alarmas comunitarias son equipos que se podrán activar por una aplicación del celular que los vecinos tendrán que descargar, y no necesitarán contar con otro dispositivo. Esto último permitirá al ciudadano activar la alarma desde cualquier sector de la ciudad donde tenga Internet y no tener que hacerlo en un radio determinado. Y si bien la alarma se escuchará en unos 400 metros a la redonda de donde se encuentre la bocina, por sistema de GPS el Centro de Monitoreo detectará el lugar donde fue activada y enviará los móviles allí. Para poner un ejemplo, la alarma del Villa Rosas la podrán descargar los vecinos que viven en ese barrio, pero no necesitarán estar cerca de la bocina para activarla, sino que podrán hacerlo en cualquier sector de la ciudad. Y los móviles que envíe el Centro de Monitoreo irán a donde fue activada.
Otro dato importante es que el sistema de alarmas comunitarias no reemplazará al de Ojos en Alerta. La idea es que coexistan los dos como herramientas complementarias para prevenir hechos de inseguridad. De hecho, la Municipalidad de San Miguel, en Buenos Aires, donde Rafaela obtuvo el modelo de Ojos en Alerta, también tiene un sistema mixto que incluye las alarmas comunitarias.
Cómo es el sistema que nació en Godoy Cruz y ahora llega a Rafaela
No es casualidad que las alarmas que se evaluarán en Rafaela sean fabricadas por una PyME en Godoy Cruz, sino que precisamente es esa localidad la que desarrolló un sistema municipal de Alerta Comunitaria que incluye los equipos que se instalarán como prueba en la ciudad, catalogados como ágiles, modernos y de uso simple, según las propias autoridades mendocinas, las cuales vienen presentando y extendiendo el sistema a diferentes ciudades del país. La aplicación que tendrán los vecinos en sus teléfonos permitirá incorporar funciones, contempla a las personas hipoacúsicas y fomenta la solidaridad entre quienes la usan. De todas maneras, que el Municipio haga la prueba con los equipos de Mendoza no significa que los mismos sean comprados allí, dado que todo debe hacerse por licitación pública y puede haber otras empresas que se presenten para ofrecer el producto.
El desafío, sin dudas, para el Estado local, no pasará solamente por que el sistema técnico funcione bien, sino que además necesitará el suficiente respaldo tecnológico y de recurso humano para dar respuesta rápida a las múltiples situaciones que puedan dispararse en un corto lapso de tiempo por las alarmas comunitarias. Esto conllevará a la ampliación del Centro de Monitoreo en cuanto a incorporar cámaras y personal, lo primero posiblemente financiado con los 127 millones de pesos que acaba de recibir la Municipalidad por parte del gobierno provincial en el marco del Plan Incluir.
