En horas de la tarde del pasado martes 27 de junio, los funcionarios policiales Inspector Daniel Galiano, Oficiales de Policía Francisco Corrales y Guillermo Peña, y Suboficial de Policía Pamela Montenegro, del Gabinete Criminal de la A.I.C. (Agencia de Investigación Criminal) se dirigían en comisión laboral a la Comisaría 24ta. de la Unidad Regional II, Departamento Rosario.
En ese marco, al llegar a la intersección de Avenida Sorrento y calle Netri, de la urbe rosarina, fueron interceptados por otro vehículo, y desde su interior una mujer con una beba en brazos les hacía señas de solicitud de auxilio.
Ante tales circunstancias, detuvieron su marcha y al entrevistar a la mencionada, advirtieron que la menor convulsionaba y presuntamente estaría en estado de shock. Por tales motivos, rápidamente subieron a la madre con su hija hasta el rodado policial para dirigirse hacia el Hospital de Niños, mientras abrían paso mediante balizas y sirenas activadas.
A cargo de la conducción estaba Galeano, chofer experimentado en la Fuerza, su par Peña libraba las comunicaciones y asistía la conducción con el balizado, Corrales contenía la situación al controlar los ánimos, mientras que Montenegro comenzó la reanimación y maniobras de R.C.P. (Reanimación Cardio Pulmonar) a la pequeña. Gracias al accionar de la numeraria, la niña volvió en sí, respondió con un llanto y retomó su respiración, para satisfacción de la madre y de los numerarios.
Arribados hasta el efector público, los profesionales de la Salud los recibieron y prontamente atendieron a la mamá con su beba. Una vez controlada la situación, los agentes retomaron su comisión prevista.
Finalmente, cabe mencionar que los médicos que la asistieron, indicaron que gracias a la pronta y precisa intervención de los actuantes, la menor pudo recuperar sus condiciones respiratorias. Asimismo, la madre agradeció a los efectivos por todo lo que hicieron por su hija.
Sin dudas, no son sólo guardias, servicios y comisiones. Detrás de los uniformes, hay equipos de personas sin importar sus funciones o limitaciones dispuestas a colaborar y ayudar al prójimo, y con verdadera vocación de servicio.
