Cinco millones y medio de pesos fue el botín con el que se alzaron dos malvivientes este viernes por la mañana de la planta láctea de la cooperativa Cotar, situada en Humberto Primo al 1200, en la zona noroeste de Rosario, luego de reducir a empleados. El dinero en cuestión estaba destinado al pago de sueldos a los trabajadores, según las primeas informaciones.

De acuerdo con investigadores, los malvivientes habrían ingresado a la planta láctea atravesando el cerco perimetral que da a calle Mar del Planta, por la que también terminaron huyendo en dirección al norte en el mismo automóvil en el que llegaron.

Serían las 07 de la mañana cuando se llevó a cabo este asalto y los malvivientes con el preciado botín recorrieron el mismo camino por el que ingresaron: Cruzaron nuevamente el cerco perimetral buscando la calle, ascendieron a un automóvil aparentemente sería un Fiat Uno o un Volkswagen de color gris y escaparon a alta velocidad por Mar del Plata hacia el norte hasta desaparecer.

Uno de los empleados de la firma asaltada, en declaraciones a la emisora LT 8 de esta ciudad, reconstruyó lo sucedido momentos antes.

“Los tipos dejaron un auto a la vuelta en la cortada. Uno o dos saltó saltaron el alambrado y fue hacia uno de los empleados que tenía la recaudación de los fletes de este viernes”, dijo el trabajador, cuya identidad no trascendió.

Y agregó: “Fue todo muy rápido”, para luego señalar que “acá pusieron cámaras por todos lados, las maneja una empresa privada. Seguramente, los delincuentes tenían información porque fueron directamente a ese sector”.

También dijo que el dinero con el que se alzaron de la planta láctea “es parte de nuestro sueldo. Cotar es una cooperativa y vivimos de lo que se recauda día a día”, aseguró.

“Desde que somos una cooperativa estamos al día con todo, impuestos, servicios. Esto va tener repercusión para nosotros”, describió, por último, el trabajador lamentándose por ese dinero fruto del trabajo de todos los operarios y que sería con el que cobrarían su sueldo.

De acuerdo con algunos investigadores, los malvivientes debieron contar con información previa sobre ese dinero que se alzaron, el día y el horario de pago de los sueldos, así como desde dónde ingresar, recorrer el camino hasta el sitio donde estaba el dinero y cómo huir. Seguramente, las cámaras de seguridad puedan aportar más información en torno a sus identidades a partir del reconocimiento de sus rostros.

Al respecto, no trascendió si los asaltantes ingresaron con sus rostros cubiertos o si, por el contrario, lo hicieron al descubierto y qué tipo de armas de fuego portaban y si en el vehículo que huyeron había un tercer malviviente, que hizo de “campana” y posteriormente condujo el vehículo del cual aún no fue confirmada su marca, color y chapa patente.