La historia de Tomás Bregy, un valiente niño de 8 años que recientemente fue sometido a un trasplante renal, es un ejemplo de resiliencia y amor inquebrantable.

En marzo de 2021, durante la segunda ola de la pandemia de Covid-19, la familia de Tomi se contagió del virus. Después de 45 días, Tomi desarrolló una inflamación generalizada en el cuerpo, lo cual provocó la pérdida de función renal. En tan solo 20 días, este niño pasó de estar sano a no tener función renal.

En junio de 2021, la familia fue trasladada al hospital Alassia, donde Tomi estuvo internado durante 45 días. Durante ese tiempo, se aseguró que no se podría revertir la situación y se le inició el tratamiento de diálisis peritoneal para mantener su salud.

A lo largo de su difícil recorrido, su familia se enfrentó a momentos de incertidumbre, miedo y dolor, pero nunca perdieron la fe.

Dos años después, en junio de 2023, específicamente el 18 de junio, Día del Padre, la familia recibió una llamada desde Santa Fe. Era el Centro de Trasplantes informando que había aparecido un donante compatible para Tomi, a quien consideraron un verdadero ángel donante.

Este esperado trasplante renal brindó una nueva esperanza para Tomi y su familia, quienes lucharon durante dos años para encontrar una solución a su situación. Ahora, podrán comenzar un nuevo capítulo en su vida. Ahora, como padres y defensores de la donación pediátrica, desean concientizar a la sociedad sobre la importancia de este acto de amor que puede salvar vidas y agradecen a todos aquellos que estuvieron presentes en este milagro.

Jaquelina, su mamá, hizo llegar a este medio un mensaje que publicó en sus redes sociales y además hizo hincapié en que los padres estén alertas en controlar a sus niños porque han aparecido casos de insuficiencia renal producto del COVID-19.

"Una dura carrera por la vida comenzó en junio del 2021 cuando se detecta una infección generalizada en el cuerpito de nuestro pequeño Tomás, producto de COVID. Comienza a perder función renal repentinamente, un niño sano sin ningún problema de salud... Para fines de ese mes en plena pandemia es derivado de urgencia al Hospital Orlando Alassia, no sabíamos que estaba sucediendo, no entendíamos nada, era todo caos, tampoco sabían que estaba sucediendo los médicos...

En una semana nuestro pequeño tenía alrededor médicos nefrólogos, cardiólogos, inmunólogos, tratando de revertir la falla renal pero fueron inútiles los tratamientos porque en 20 días Tomi ya había perdido completamente la función de sus riñones.

Recuerdo el día que tuvimos la junta médica con el equipo de médicos donde nos daban la noticia de que Tomi comenzaría con diálisis peritoneal porque ya no había forma de revertir la situación y que nuestro hijo necesitaba un trasplante... tanto enojo, tanta angustia, tantas preguntas y cuánto dolor.

Después de 45 días eternos de internación volvimos a casa con una vida que puso de cabezas a toda la familia, con mucho miedo, teniendo que sacar fuerzas donde no las había para superar todo lo que estaba pasando fue muy duro, porque no solo estaba la situación, sino tener que contener a Tomi que comenzaba a privarse de vivir una vida de niño y de seguir sosteniéndonos enteros para el resto de nuestros hijos.

Fuimos aprendiendo y superando con el tiempo que había cosas que no podíamos dejar de hacer, disfrutar el día juntos , las pequeñas cosas, no dejar de soñar...

Adaptarnos a esta mochila cargada de amor que nos tocó hizo que todo fuese más fácil aprender la paciencia, a tolerar enojos, a entender que debíamos seguir viviendo con lo que nos había tocado con mucho amor y fe.

Y después de 2 años sucedió, el 18 de junio del 2023 recibimos esa llamada tan esperada... el ángel donante de Tomi dejaba esperanzas y una nueva oportunidad a nuestro pequeño hijo con solo 8 añitos.

Después de todo lo vivido y de este camino que nos tocó transitar como padres creemos necesario la toma de conciencia en nuestra sociedad sobre la donación pediátrica, para que cada niño que espera una segunda oportunidad pueda al igual que Tomi vivir con calidad, levantarse y abrazar la vida.

GRACIAS a todos los que estuvieron presentes, a los que hicieron posible este milagro, a todo el personal de salud, familiares, amigos, conocidos y por sobre todo a la familia y el pequeño ángel donante ❤️❣️

"Donar salva vidas, y es el acto de amor más grande del cual podemos ser todos testigos"