En un contexto económico marcado por la preocupación por la inflación, el analista del CESO Argentina, Alejo Muratti, brindó declaraciones exclusivas a Radio Mitre Santa Fe, arrojando luz sobre el reciente índice de inflación del 13.2% registrado en febrero.
"Si bien el número oficial refleja una disminución respecto a meses anteriores, es importante comprender que los precios siguen siendo excesivamente altos", afirmó Muratti. "Esta percepción se refuerza aún más cuando consideramos la caída de los salarios en términos reales, lo cual afecta tanto a trabajadores formales como informales".
El presidente de la Nación Argentina también expresó su opinión sobre la situación, calificando el índice de inflación como "un numerazo", aunque destacó una supuesta mejora al señalar que "logramos bajar 6 puntos en alimentos, estamos en un dígito de inflación".
Sin embargo, Muratti cuestionó esta interpretación optimista, argumentando que "a pesar de la baja del índice, los niveles de inflación siguen siendo inaceptablemente altos en comparación con los salarios de los argentinos".
La discusión se intensificó al abordar la apertura de importaciones de productos de la canasta básica, una medida que generó controversia. "¿Por qué importar alimentos cuando Argentina solía ser un gran productor?", se preguntó Muratti, señalando que esta estrategia podría no resolver el problema subyacente de los altos precios.
Además, se discutió la estabilidad de la inflación a la baja y su relación con el valor del dólar. Muratti advirtió sobre el riesgo de una devaluación que podría generar nuevas presiones inflacionarias y afectar aún más los precios internos.
En respuesta a la pregunta sobre si la recesión podría contribuir a la disminución de la inflación, Muratti enfatizó que, si bien una menor demanda puede reducir temporalmente la inflación, conlleva graves consecuencias económicas a largo plazo. "Es como reemplazar un problema por otro", concluyó.
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