Lionel Messi marcará un antes y un después en la MLS, la liga de los Estados Unidos que viene experimentando un crecimiento parejo, pero que con la llegada del mejor jugador del mundo recibirá un espaldarazo que la pondrá en la vista de todos.

El desafío no será fácil para el crack argentino, que llegará a un equipo con una actualidad alarmante en el presente campeonato. Inter Miami marcha último en su zona y no posee un plantel de gran magnitud para torcer la historia por el solo hecho de tener a Messi.

Por eso, el arribo del rosarino estará atado al aterrizaje de otros elementos de renombre que permitan cambiar el panorama. Por empezar, estaría por concretarse el acuerdo para que el entrenador sea Gerardo Martino, coterráneo de Lionel y con quien ya estuvieron juntos en la Selección y en Barcelona.

En Miami se generó una verdadera revolución apenas se conoció la decisión de Messi. La ciudad se alegró y hasta los deportistas más reconocidos de otras disciplinas de franquicias locales expresaron su beneplácito. Ello se extendió a otros gigantes del deporte estadounidense que también manifestaron satisfacción.

Lo que hace ruido

Pero no todos ven con los mejores ojos la novedad. Es que no les cierra por completo la idea de que la imagen fulgurante del fútbol de Estados Unidos sea una figura tan ligada al mundo árabe.

Messi es “amigo” de Arabia Saudita y tiene una relación comercial muy importante con dicha nación. Sin ir más lejos, ese vínculo le valió a la Pulga una suspensión de 15 días de parte de su por entonces equipo, Paris Saint-Germain. Le prohibieron entrenar con sus compañeros y le recortaron el sueldo. El motivo: su viaje a tierras árabes sin autorización, después de una derrota y en medio de una crisis futbolística.

Fue una escapada relámpago junto con su familia, para cumplir con su rol de Embajador Turístico del país. En la cuenta oficial del jugador en Instagram fueron publicadas las imágenes en la que se los ve contemplando paisajes y disfrutando de las bondades del lugar.

El episodio terminó con el crack pidiendo disculpas a través de un video en el que asumía el error de hacer la travesía sin permiso y fuera de tiempo. Pero el compromiso comercial era ineludible.

En su edición de este domingo, el prestigioso diario The New York Times publicó en detalle los números del contrato que une a Messi con Arabia Saudita. Según el medio, cobraría 22,5 millones de euros por tres años.

Los puntos del contrato que salieron a la luz

• 1,8 millones de euros por unas vacaciones familiares al año de cinco días, o dos vacaciones anuales de tres días cada una. Los gastos y el alojamiento de cinco estrellas correrían a cargo del gobierno para Messi y un máximo de 20 personas entre familiares y amigos.
• 1,8 millones por promocionar Arabia Saudita en sus cuentas de las redes sociales 10 veces al año, independientemente de la promoción de sus vacaciones en el reino.
• 1,8 millones por participar en una campaña turística anual.
• 1,8 millones por obras de caridad y apariciones.

Esa suerte de operativo de limpieza incluye a otras figuras del fútbol como Cristiano Ronaldo, que ya juega en Arabia Saudita desde hace varios meses en Al Nassr, o Karim Benzema, que llegará a Al Ittihad por 200 millones de euros.

Las diferencias entre estadounidenses y árabes son históricas y notorias en el plano social y político, aunque la relación económica vinculada al negocio del petróleo hace que las relaciones diplomáticas se mantengan en un equilibrio no siempre fácil de sostener.

Messi, embajador del fútbol

Lionel Messi acostumbrado a romper el equilibrio de cualquier defensa, no parece interesado en desacomodar ningún entramado político. Lo suyo es jugar al fútbol y, por sus virtudes únicas y su aura, revolucionará el denominado soccer en todos los niveles, entre los cuales también está el monetario. Con su presencia no solamente ganará él (se habla de un contrato de 50 millones de dólares anuales), sino también la MLS, que abrirá la puerta a múltiples e impensados ingresos por publicidad, a partir de sponsors atraídos por el imán del 10 de la Selección.

En todo caso, el propio Lío tuvo en sus manos -y en sus pies- las dos posibilidades. Eligió Estados Unidos por sobre la mismísima Arabia Saudita, que através de Al Hilal lo tentó con una oferta de 600 millones de dólares por año que fue rechazada al privilegiar otras cuestiones que son más fuertes que las del dinero, por más irresistible que este parezca.