El próximo 28 y 29 de octubre se disputará en Rafaela la tercera fecha de la Copa de Oro del TC, segunda presentación de la categoría más popular de la Argentina en el autódromo rafaelino durante esta temporada, ya que la primera del año se corrió el 11 de junio. Para avanzar en detalles organizativos de la carrera, este jjueves, el vicepresidente de Atlético, Silvio Fontanini, junto al titular de la Subcomisión de Automovilismo, Gustavo Belinde, y los dirigentes Adrián Sanmartino, Nicolás Ricotti y Alejandro Zeballos, mantuvieron una reunión en Capital Federal con el gerente de la ACTC, Fernando Miori.

De acuerdo a un breve anticipo suministrado a la prensa, se informó que en el encuentro se acordaron detalles relacionados con el espectáculo que se está organizando. Según se supo, los dirigentes rafaelinos indicaron que "las conclusiones fueron altamente positivas y se espera volver a vivir como siempre una gran fiesta en el Autódromo Ciudad de Rafaela".

Además, los dirigentes aprovecharon la ocasión para posar junto al Ford V8 con el que Juan Gálvez ganó la competencia de TC del 2 de agosto de 1953, de la cual el miércoles se cumplieron 70 años, y que marcó la inauguración oficial del óvalo de Atlético, en aquél momento todavía con calzada de tierra.

El sueño...

No trascendieron detalles de lo conversado con las autoridades de la ACTC. Sin embargo, en los últimos días algunos portales especializados a nivel nacional deslizaron la posibilidad de que en alguna de las fechas reservadas para la Copa de Oro-de las que participará Agustín Canapino, quien este domingo afrontará en Nashville una nueva fecha del certamen de IndyCar- la ACTC pueda hacer girar un IndyCar, de la mano de Ricardo Juncos, el dueño del equipo para el que corre Canapino.

Hay intenciones de que IndyCar se presente en Argentina en 2024 o 2025 y en ese contexto, más con la presencia de Canapino corriendo nuevamente en TC, se menciona que esa exhibición con un IndyCar podría hacerse en Rafaela, donde la categoría norteamericana, entonces con otra denominación, corrió en 1971 las recordadas 300 Indy. Un IndyCar en el óvalo sin chicanas es un viejo sueño de la dirigencia de Atlético, que ya jugó con esa idea cuando celebró el centésimo aniversario de la organización de su primera competencia automovilística. En aquella ocasión ese sueño no pudo concretarse, pero con algunos apoyos de sponsors privados, más la relación que se gestó entre la ACTC y el Juncos Hollinger Racing todo puede ser.

Tampoco faltan los que juegan con la idea de que algún piloto de la categoría norteamericana, como el caso de Scott MacLaughlin-quien luego de jugar en las redes sociales con la chance de subirse a un TC tuvo que aclarar explícitamente que no podrá estar presente en la fecha del 20 de agosto en Buenos Aires, pero dejó abierta la posibilidad de competir en alguna prueba durante el receso de la actividad de competencias de IndyCar, que termina su temporada el 10 de septiembre-, acepte sumarse al TC en calidad de invitado. ¿Qué mejor que Rafaela para tomar contacto con las tradiciones del automovilismo argentino y reflotar aquél vínculo gestado en las 300 Indy?

Mientras tanto, a la espera de alguna información certera que despeje tanta expectativa y deje los pies sobre la tierra, los fanáticos se frotan las manos, aunque soñar no cueste nada...