A las 6:15 horas del 2 de abril de 1982, vehículos anfibios blindados con el Grupo de Tarea 40.1, integrado por fuerzas de Infantería de Marina y de la sección de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25, iniciaban la recuperación de las Islas Malvinas, que se hallaban en manos de la corona británica desde 1833.
Se cumplen 42 años de aquel momento y en argentina se recuerda y homenajea a los 649 argentinos que murieron durante la guerra, a quienes terminaron con su vida luego y a los más de 1300 heridos en combate, bajo el "Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”.
Desde Rafaela Noticias, nos contactamos con uno de ellos, quien defendió a la patria y luchó por nuestras tierras. Se trata de Enrique Lentore, rafaelino, perteneciente al Regimiento de Infantería 5, Paso de los Libres, Corrientes.
PARTE UNO
En esta primera parte, te contamos cómo fue su llegada a la Isla Gran Malvina, donde le tocó desarrollar sus tareas durante el conflicto. El trayecto y su “destino final”.
Servicio Militar
Ante la primera pregunta, sobre dónde se formó y realizó el servicio militar, Lentore hizo una introducción de porqué terminó en la provincia de Corrientes: “A la sazón de enrolarme, vivíamos en Villa Ángela, Chaco. Mi papá era viajante, se llevaba la familia a cuesta, atendía distintas zonas. Saqué mi documento de identidad en la oficina enroladora de Villa Ángela. Volvimos, somos todos rafaelinos, una familia, mi bisabuelo vino a Rafaela. Bueno, por eso no alcancé a hacer el cambio de domicilio y me tocó el servicio militar con la gente del norte, en Paso de los Libres, Provincia de Corrientes, en el Regimiento de Infantería 5, en el año 81”.
Se fue en la primera baja, en noviembre de 1981, “te iban dando la baja, un licenciamiento parcial de la clase, se llamaba, por orden de mérito y esas cosas”, explicó. Es así que, en abril del 1982, ya en Rafaela, recibió el telegrama de presentarse los primeros días en el Regimiento.
“Había que presentarse porque si no pasaban creo que 48 o 72 horas y te consideraban desertor, no podías no presentarte. Me presento y salimos el 16 de abril, o sea, entré a las 8 de la mañana al regimiento en Paso de los Libres, a las 10 de la mañana estaba pelado y vestido de combate otra vez”, relató.
El recorrido hacia las islas
Desde Paso de los Libres se dirigieron a Paraná, donde se abastecieron en el Batallón Logístico 8, y tomaron un avión. En el relato, contó algo que era de público conocimiento, “ya les habían sacado los asientos”. Volaron hacia Comodoro Rivadavia y allí tuvieron que hacer guardia en la “desembocadura de las bocas de embarque de petróleo y hacíamos custodia ahí porque tenían miedo a algún sabotaje de los ingleses, esperando el turno, que nadie te lo decía, pero ya era un rumor”. Luego de la estadía en ese lugar, fueron llevados directamente a Puerto Argentino -Puerto Stanley para los británicos-.
“Recuerdo que la pista era tan cortita, tan cortita, que el avión, ni bien tocaba tierra, tenía que frenar y tirar reversa, y terminábamos todos deslizándonos contra la cabina del piloto”, dijo.
El primer día realizaron un “divac”, explicó que es un término militar referido al armado de carpas para pasar la noche. Al siguiente, caminaron unos 6 kilómetros para embarcarse en un barco Inter isleño “que la marina le había confiscado a los Kelpers (gentilicio que se utilizaba para referirse a habitantes de las islas), para ir al destino final, que era Puerto Howard, que lo renombramos Puerto Yapeyú”.
Si buscamos imágenes en internet, el destino que le tocó a Lentore aparece también como Puerto Mitre, que corresponden a las cartas o mapas de navegación.
Ese viaje, de Puerto Argentino hacia la Isla Gran Malvina, fue muy difícil según mencionaba Enrique. “Muy difícil, porque salimos de Puerto Argentino hacia el norte, para entrar por el Canal San Carlos desde el norte, y cuando llegamos a la altura de la puntita de Cabo Leal, ahí nos tomó una tormenta tremenda, tremenda, un barco de 45 metros de eslora, olas de 6, 7 metros...”
- ¿A la intemperie, o tenía camarote?
“No, tenía una bodega, una bodega nada más, que ahí llevábamos municiones, eso fue tremendo, más que todo por mucha gente de tierra adentro, litoraleñoos, entonces tenía los mareos, los vómitos, era una cosa...”
Debido a las complicaciones, el Capitán Gotzevich tuvo que pegar la vuelta, “dar toda la vuelta a las islas, y entrar por el sur, por el Canal San Carlos e ir hacia la isla Gran Malvina”.
Sobre la Operación Rosario
Fue preguntado por si se preveía el ir a las Islas, y contestó: “No, no, en absoluto. La operación Rosario fue súper secreta, lo manejaron únicamente la cúpula de la Presidencia Galtieri con Lami Dozo. Es más, cuando charlas con gente de los altos mandos, tampoco estaban enterados de este proyecto. Lo cual habla también de que fue un poco improvisado, porque al no estar consustanciado el resto de los escalafones, fue sorpresa para muchos. Para soldados rasos, pero también para altos mandos”.
- Muchos consideran que, distintas notas que han brindado veteranos de guerra, la operación Rosario fue un éxito, pero que el resto de lo que sería el conflicto con los ingleses fue totalmente, no sé si de alguna manera improvisado, pero no estuvo organizado.
“Ahí juegan las cuestiones diplomáticas, las cuestiones políticas, los juegos de vaivenes, se perdió mucho tiempo, muy valioso, se perdió un mes de tiempo en la cual podríamos habernos fortificado si realmente el Generalato esperaba realmente una guerra. Había una tensa calma y ese canciller que venía y la diplomacia y la idea de las tres banderas y retiramos las tropas, no las retiramos, no agregamos más tropas, bueno, está en la historia.
Todo eso pasó hasta que el primero de mayo bombardean la pista (le erran), con los Vulcan, muy lejos, muy arriba, obviamente se pintaron cosas negras para que desde el cielo pareciera un pozo para que ellos piensen que habían inutilizado la pista. Y el 2 de mayo, digo bien, el 2 de mayo el hundimiento del área general Belgrano, no respetando lo que ellos mismos propusieron, que era la zona de inclusión de las 200 millas, típico de ingleses, hasta se hablaba en aquella época de que podían haber violado el tratado que habla de no uso de armas nucleares en el hemisferio sur”.
Bautismo Puerto Yapeyú
“El regimiento 5 de Infantería, que estaba emplazado en Paso de los Libres, tenía las compañías A, B, Servicio, Comando, la banda de música y todo lo que es la parte de talabartería mecánica, la parte de sanidad, la parte de contabilidad, plana mayor, todo en Paso de los Libres. Pero una compañía, la compañía C, estaba destinada a custodiar permanentemente en Yapeyú, que está cerca de Paso de los Libres, hay pocos kilómetros, donde está la casa donde nació José de San Martín. José Francisco de San Martín, en Corrientes es así”
Posiciones en Puerto Yapeyú
“Lo que se hizo fue tomar una posición defensiva. Puerto Howard tiene la característica de que es una bahía con un ingreso estrecho, tiene dos cordones de montaña, no muy alta, de 200 - 300 metros, no más de eso. Cuando llegamos con el monzúnen, el capitán Gotzevich realmente demostró mucha práctica porque era muy difícil. Y cuando atracamos, un pequeño muellecito que había ahí se rompió (…) Bueno, ahí nos destinaron, la compañía A sobre un cerro que estaba hacia el oeste (izquierda de la imagen próxima); a nosotros sobre un cerro de una altura que estaba más atrás, la compañía B, que integraba yo (medio hacia arriba de imagen), y la compañía C allá en el llano abajo, digamos, entre un cordón de tierra y el agua, la bahía y la costa (derecha de la imagen)”.
Dos ametralladoras antiaéreas -12,7mm-, dos cañones de retroceso de 105 milímetros, “con poca munición, muy poca munición” y morteros de 80 mm, era con lo que contaban allí. Lentore contó que los cañones 105 habían llegado por la mitad porque el buque Elma Córdoba en Puerto Deseado (creía que era allí), tuvo un accidente “sospechoso”, chocando con el muelle. Se rompió el casco por arriba de la línea de flotación, que le impedía navegar en altamar, “entonces todo lo nuestro quedó ahí, lo desembarcaron, lo llevaron por tierra otra vez para el norte, nunca llegó”.
Inclemencias del Clima
Según Enrique, la compañía B, a la cual pertenecía, fue la que más sufrió las inclemencias del clima por estar en altura, “sufriendo el viento, la nevisca, el frío que se vino después”. La A estaba sobre una ladera, la C abajo, casi sobre la bahía -fue muy castigada por bombardeo-.
Posiciones
En su caso, lo consideró particular porque era un soldado muy observador. En el camino hacia arriba -donde se iban asentar- encontró una tarima y le propuso a su compañero realizar su posición con techo.
“La mayoría de las posiciones no tenían techo, era un simple pozo de zorro, con el problema de que cuando cavabas un poquito el agua, la vertiente te mojaba todos los pies. Teníamos mucha gente con pies de trinchera”, expresó.
Por último, en esta primera parte, Enrique mencionó que había que estar en una posición defensiva y que "a vos te daban una misión en un ángulo desde acá hasta acá, todo lo que aparezca ahí eso es tuyo, y ni siquiera alto quien vive, porque si no, te avisan si es propia tropa".
