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Merendero "Dar de Corazón": nutriendo cuerpos y corazones en el Barrio Barranquitas

El merendero "Dar de Corazón", ubicado en Progreso 278 del Barrio Barranquitas, alimenta a 250 niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Desde Rafaela Noticias dialogamos con Marta, quien lleva adelante esta noble obra.
Agrandar imagen Colo, uno de los hijos de Marta, Marta y Luciana
Colo, uno de los hijos de Marta, Marta y Luciana Crédito: Rafaela Noticias

En el barrio Barranquitas de nuestra ciudad, se erige un faro de esperanza en tiempos de incertidumbre. En la calle Progreso 278, el merendero "Dar de Corazón" es mucho más que un lugar para satisfacer el hambre física; es un refugio para el alma, un lugar donde los más vulnerables encuentran no solo alimento, sino también apoyo emocional y un sentido de comunidad.

Con una trayectoria de nueve años y medio, este proyecto solidario comenzó con ocho niños y hoy atiende a más de 250, desde recién nacidos hasta jóvenes de 18 años. Detrás de esta obra de amor está Marta, una mujer cuya entrega y dedicación han tocado las vidas de cientos de familias en la zona.

"El merendero surge desde que mi hija empezó con ocho niños, hace 9 años y medio que lo tengo, está en Calle Progreso 278, nosotros nos dedicamos a dar la comida una vez por semana y ahora vamos a comenzar a dar la leche a la tarde porque hay muchos chiquitos que no tienen para comer a la nochecita", compartió Marta a Rafaela Noticias.

Merendero "Dar de Corazón"

Con una sonrisa humilde, Marta relata cómo, semana tras semana, cocina con amor en cuatro grandes ollas, utilizando los recursos que la comunidad puede proporcionar. No es solo la comida lo que se ofrece aquí; es también la esperanza y el cuidado de una madre para quienes más lo necesitan.

"Vienen 180 mamás que retiran las viandas, lo que representa 250 niños, desde recién nacidos hasta 18 años, retiran una vez por semana su vianda, me gustaría poder cocinarles más días pero la situación está cada vez más complicada y no se consiguen suficientes donaciones", explicó Marta.

Pero la labor de Marta no sería posible sin el apoyo generoso de la comunidad. Empresas locales como la pollería San Ignacio, el Rey de la Carne, Arcor Muriel, así como la ayuda ocasional de la municipalidad y otras organizaciones, proporcionan los insumos necesarios para mantener en funcionamiento el merendero.

"Nosotros acá recibimos todo lo que sea para los niños, para los abuelos, yo junto también latitas, hierro, chatarra, reciclo todo, lo vendo y así pago las cosas porque no tengo ningún subsidio del gobierno, lamentablemente me rechazaron mi pensión de discapacidad, yo tengo una discapacidad en mi mano y me la rechazaron no me la quisieron dar y bueno la sigo remando y salgo todos los días a la calle a juntar cosas para darle a la gente alimentos, ropa y calzado", relató Marta.

Pero más allá de la comida y las donaciones materiales, el merendero "Dar de Corazón" ofrece un espacio seguro y educativo para los niños del barrio. Marta espera expandir sus actividades con clases de apoyo y actividades relacionadasd a la religión católica, manteniendo a los niños alejados de las calles peligrosas y brindándoles un futuro más prometedor.

"Los chicos van a tener su pancita llena, van a venir y yo los voy a acomodar en la mesa para darles la merienda; también va a venir Gonzalo a darles clases de apoyo y catequesis, para que los chicos se incentiven a no estar tanto en la calle, porque hoy con tantas cosas que están pasando en la calle yo prefiero tenerlos acá, donde pueden estar seguros".

Marta nos recuerda que, aunque el camino es difícil y las dificultades son muchas, la fe y el amor pueden superar cualquier obstáculo. Marta agradeció el apoyo continuo de aquellos que creen en su causa y se compromete a seguir luchando por aquellos que más lo necesitan.

"Estoy muy agradecida con toda la gente que me conoce que saben lo que yo hago realmente, he llegado a un límite de querer cerrar el comedor, pero es como dice el dicho, Dios apreta pero no ahorca y Dios me trae muchas bendiciones, desde que yo empecé la iglesia realmente he salido de muchas cosas malas que he tenido que pasar en esta vida".

En el merendero "Dar de Corazón", la comida puede llenar el estómago, pero es el amor y la esperanza lo que nutre el alma. Marta y sus colaboradores son un recordatorio de que, incluso en los tiempos más oscuros, la luz de la solidaridad y la compasión puede brillar con fuerza.

Quienes desean colaborar pueden comunicarse con Marta: 3492 41-8183

Colo, uno de los hijos de Marta, Marta y Luciana.
Colo, uno de los hijos de Marta, Marta y Luciana.

También tuvimos la oportunidad de conversar con Luciana, una madre que acude al merendero "Dar de Corazón" en busca de la vianda para sus hijos. Luciana compartió cómo el apoyo de Marta y su equipo ha sido una verdadera bendición para su familia:

"El comedor de Marta es una luz en nuestras vidas. Cuando no tenemos suficiente para comer, sabemos que siempre podemos venir acá y recibir una comida caliente para nuestros hijos".

 

merendero Dar de Corazón

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